La consecuencia mayor de las miopatías en pollos de engorde no es ya tanto un problema de salud humana, pues la carne sigue siendo perfectamente apta para el consumo, sino de sensibilización de los consumidores – el público en general – sobre ambos defectos a través de artículos y anuncios publicados por noticias, redes sociales y organizaciones animalistas. Mientras que algunos informes se basan en hechos, otros han tenido un sensacionalista aspecto negativo, junto con desinformación, lo que, además de una mayor conciencia del consumidor, puede conducir a una menor aceptación de la carne de ave en muchos mercados.