Hace aproximadamente cincuenta años, la avicultura dejó de ser una actividad ligada al medio rural y dependiente del cuidado de la mujer para convertirse en una actividad económica de carácter intensivo o industrial. El cambio no fue fortuito: una serie de factores socioeconómicos y políticos en España fueron determinantes para la evolución de este sector. En el artículo, «La
Avicultura y la Sociedad Española en los últimos cincuenta años«,
publicado con motivo de los 50 años de SELECCIONES AVICOLAS (SA), se repasan con detalle cada una de las épocas más significativas que han vivido
los avicultores.
El autor del artículo, Francisco Tortuero Cosialls, académico de número de la Real Academia de Ciencias Veterinarias, explica cómo desde la edad media los productos avícolas han tenido un papel protagonista en la gastronomía festiva y en los hábitos de nutrición humana. Quizá el recuerdo más cercano nos llega de la posguerra española, cuando aquellas mujeres de pueblo subían al tren con una cesta de huevos colocados entre paja, o con un gallo atado por las patas.
Sin embargo, no será hasta finales de los años 60 cuando la avicultura y la ganadería presencian un notable aumento de la demanda y experimentan cambios en los métodos de producción. Según Tortuero, la apertura de España hacia el exterior junto con el Plan Nacional de Estabilización (1959), hicieron necesario que se produjeran cambios en el sistema de producción.
Así, se pasó de una agricultura de subsistencia y autoconsumo a otra donde se empezó a emplear la tracción mecánica, los abonos químicos y las estirpes o razas animales más productivas.
Como consecuencia, la carne de pollo se convirtió en un alimento popular y el consumo de huevos se disparó, poniéndose a la par de países desarrollados.
A partir de entonces, la avicultura ha sufrido altibajos y ha habido décadas donde no ha gozado de una situación placentera. Como ejemplo, podemos citar los años 90, cuando se produjo una fuerte depresión en el consumo de huevos a causa de su contenido en el colesterol y la frecuente eclosión de brotes de salmonelosis. Sin embargo, los avicultores españoles han sabido adaptarse a todo tipo de situaciones hasta llegar a la actualidad, donde ocupan una nada despreciable tercer puesto en producción de huevos dentro de la Unión Europea.
¿Cuáles son las perspectivas de futuro de la avicultura en los próximos años? Si tenemos en cuenta la actual crisis económica, se hace casi imposible prever el futuro de cualquier sector. Aún así, Tortuero apunta a una creciente demanda de ovoproductos y a un mayor consumo de carne de pollo debido al descenso de los niveles de renta.
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