Una vez más, SELECCIONES AVÍCOLAS dedica un número especial a la alimentación/nutrición, coincidiendo en este caso con una cifra “redonda”: la del número 700 de nuestra publicación, lo que marca la trayectoria de este medio a lo largo de su larga vida, desde que en un ya lejano 1959 hizo su aparición en el mercado.
Como ya sabrán nuestros lectores más asiduos, en el transcurso de estos años la alimentación de las aves ha ocupado un papel primordial, siendo muestra de ello los números especiales que hemos dedicado a ella. No en vano el coste de alimentar a nuestras aves representa algo más del 60 % de los escandallos de producción del pollo y del huevo y, por tanto, el afinar en la elección del mejor programa es fundamental para la optimización de nuestros recursos.
Pero en este caso hay algo más, aparte de destacar la importancia de la alimentación de las aves a través de los diferentes artículos sobre el tema que insertamos en este número. Se trata de que cuando el mismo vea la luz faltarán pocos días para que este tema adquiera la mayor relevancia debido a la celebración del 19º Symposium Europeo de Nutrición Aviar – ESPN, por sus siglas en inglés -, en esta ocasión entre nosotros, concretamente en el Centro de Congresos de Port Aventura, en Vilaseca-Salou, Tarragona.
Para aquellos de nuestros lectores que se pregunten por la importancia que damos a este Symposium responderemos que no se trata de un evento más en la extensa relación de los mismos que, en el campo de la avicultura, se celebran en todo el mundo, sobre patología, calidad de los huevos y los pollos, bienestar animal, etc. Ante todo, por su ininterrumpida continuidad, desde que en un ya lejano 1977 el primero de ellos tuviese lugar en Dinamarca, contando con la presencia de unos pocos nutrólogos europeos, en un momento en el que nuestro país aun no jugaba en el terreno de la Unión Europea actual, con la complejidad que ello implica en todos los órdenes.
Pero en el de la alimentación animal el pertenecer a la UE significa someternos a las normas de ella en cuanto al suministro de materias primas, al empleo de aditivos y, en suma, a una prolija legislación que trata de armonizar y poner al día los criterios con los que alimentamos a nuestras aves y, por ende, velar por la máxima seguridad de nuestros productos y la de los consumidores.
Todo ello guarda relación con el citado Symposium por el hecho de que, pese a denominarse “europeo” – pues, efectivamente, todos los celebrados hasta la fecha, lo han hecho en nuestro continente –, la realidad es que tiene relevancia mundial. La demostración de ello proviene no ya solo por la categoría de los ponentes y conferenciantes que participarán en el mismo – destacados nutrólogos de todos los continentes – sino porque de su elevado número de pre-inscritos – unos 1.500 – algo más del 50 % provienen de países extra-europeos.
Esto último nos demuestra, una vez más, que la nutrición animal no conoce fronteras y que la tecnología avícola – en posición de vanguardia en todos los sectores de la producción ganadera – está al alcance de todo quien quiera adentrarse en ella, de la parte del mundo que sea. Aunque quizás con un requisito: el de entenderse en inglés, esta especie de idioma “esperanto” actual con el que tanto podemos estar al día de lo que se cuece en los medios de difusión avícolas o de nutrición de todo el mundo como acceder a los mercados de materias primas, aditivos, etc. que nos pueden interesar con un fin muy concreto: alimentar lo más racionalmente y económicamente posible a nuestras aves.