La UE, camino de acabar con las jaulas
La asociación animalista Compassion in World Farming – CIWF – obtuvo en 2017 de Open Philanthropy – una fundación de Estados Unidos que apoya activa y generosamente el animalismo a nivel mundial – , 1 millón de dólares para poner en marcha la iniciativa ciudadana “End the Cage Age” – para acabar con la era de las jaulas – en el Reino Unido y en la Unión Europea. “La campaña buscará poner fin al uso de jaulas y celdas para todas las especies de animales de granja en el Reino Unido y Europa a través de la promoción y la divulgación, incluida una medida de votación ciudadana en toda la UE” anunciaban.
Numerosas organizaciones animalistas recibieron recursos para promover la recogida de firmas desde septiembre de 2018 durante un año para llegar al millón requerido para presentar la iniciativa a la Comisión. La Comisión Europea validó en octubre de 2020 la iniciativa, tras confirmar el apoyo de 1.397.113 ciudadanos de los 28 países de la UE, en su mayoría – el 45% – de Alemania – 474.753 – y Países Bajos – 153.958 -, y también 54.114 británicos.
La iniciativa se ha presentado al Parlamento Europeo – que emitió una resolución ampliamente a favor de apoyar la petición ciudadana – y a la Comisión Europea, que en su comunicación del pasado 30 de junio confirma que se propone convertirla en regulación. Aparte de modificar las normas sobre las condiciones de alojamiento de gallinas ponedoras, pollos de carne, cerdos y terneros, la Comisión prevé prohibir las jaulas para conejos y aves de todo tipo – reproductoras de carne y puesta, codornices, patos y ocas -.
Nadie ha hablado de la dificultad de aplicar la propuesta, aunque se prevé analizar el impacto de la medida y estudiar las condiciones de su implantación, que afectará a la supervivencia de muchos ganaderos.
También debería valorarse si mejorará efectivamente el bienestar de los animales, algo que parece que se da por descontado. Es importante además saber si los consumidores conocen las consecuencias de la propuesta.
La mayoría no deseamos pagar más por los mismos productos básicos que, no lo olvidemos, ya se producen con las normas de bienestar, sanidad animal y seguridad alimentaria más avanzadas, muy por delante de las de países terceros. Parece que habrá una consulta pública al respecto.
La sostenibilidad es otro factor a tener en cuenta, toda vez que es la directriz de la política de la Comisión en los últimos tiempos – sea lo que sea que incluya este amplio y ya manido concepto -. Es evidente que la producción confinada requiere de menos recursos para producir lo mismo que la que mantiene a los animales sueltos, principalmente porque cuando el animal se mueve necesita más alimento.
Cuatro años después del apoyo recibido por los animalistas para acabar con las jaulas “en Reino Unido y en la Unión Europea”, y con el aval del 0,3% de la población – 1,4 millones de firmas -, los 447 millones de ciudadanos de la UE contarán con una regulación que prohibirá las jaulas en los próximos años. Mientras tanto, CIWF sigue la campaña contra las jaulas en Reino Unido…Y no sabemos si la presión llegará a los Estados Unidos, verdadero impulsor de la misma. Cosas de la geopolítica del animalismo.
Maria del Mar Fernández Poza
Directora de ASEPRHU
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