Tecnología blockchain para una trazabilidad total en los huevos camperos de Rujamar

Grupo Avícola Rujamar de la mano de su proveedor, Alcampo, refuerza la trazabilidad de sus huevos camperos con un código QR que permite al usuario acceder a toda la información del producto desde su origen hasta su venta.

Cada vez son más los productores avícolas que están implementando la tecnología blockchain para sus huevos, especialmente en el segmento de los camperos y ecológicos. El coste cada vez más asequible de implantar esta tecnología, la cada vez mayor exigencia de las grandes superficies por una trazabilidad total, el conocimiento ya habitual entre los consumidores para saber leer códigos QR y la ventaja que aporta como una estrategia de marketing diferencial está aumentando el uso de esta tecnología de trazabilidad total y blindada entre los productores de huevo españoles.

En este caso el proveedor de Alcampo, Grupo Avícola Rujamar , se ha sumado a la tecnología blockchain que está incorporando esta cadena de grandes superficies. Con la marca “Alcampo Producción Controlada” esta cadena busca reforzar la trazabilidad alimentaria y permitir rastrear todos los pasos que ha seguido el producto desde su origen hasta que termina en manos del cliente. Así, escaneando el código QR disponible en el envase, se puede acceder a la información del tipo de producción de los huevos, localización de la granja, datos de la gallina, información sobre la alimentación que ha recibido, la clase de huevo por tamaño y su fecha de recogida, envasado, expedición y caducidad, e información sobre la recolección y el embalaje.

El proveedor de estos huevos camperos es Grupo Avícola Rujamar, empresa castellano- manchega que ha incluido el sistema de trazabilidad alimentaria Trace Food, una plataforma respaldada en tecnología blockchain que permite crear un registro digital único, seguro e inmutable de cada producto para ofrecer información trazable en tiempo real.

Los huevos camperos Alcampo Producción Controlada proceden de granjas situadas en la localidad conquense de Saelices anexas al centro de envasado. Las gallinas se crían en naves con acceso al aire libre y parques exteriores en horas de luz. Rujamar, empresa proveedora de estos huevos camperos, cuenta con el certificado Welfair de Bienestar Animal desde el año 2016.