Resumen Conferencia impartida por Javier García Peña, del Laboratorio de Patología de Algete, en el marco de las Jornadas Profesionales de Avicultura 2013 el miércoles 29 de mayo en la Facultad de Veterinaria de León a las 16:00
La contaminación bacteriana del huevo incubable es un aspecto de gran importancia en la producción de pollos ya que puede dar lugar a una disminución del porcentaje de nacimiento y afectar a la calidad de los pollitos.
Por ello, el uso de desinfectantes para eliminar la contaminación del huevo previamente a su incubación es una práctica necesaria para mejorar el rendimiento productivo.
Momento de la desinfección
La temperatura del huevo recién puesto es de aproximadamente 40o C y dependiendo de la temperatura externa, alcanza la temperatura ambiente en aproximadamente 4-6 horas. Es durante este periodo cuando se crea la cámara de aire, lo que genera una presión favorable a la entrada de bacterias a través de los poros de la cáscara.
Por tanto, para conseguir que la desinfección tenga una mayor eficacia, es necesario realizarla lo más pronto tras la puesta, si es posible en las primeras dos horas.
Elección del desinfectante
En el mercado hay una amplia gama de desinfectantes que pueden utilizarse en la desinfección de los huevos incubables. Los principales puntos que debería cumplir un desinfectante son:
- Que tenga un amplio espectro antimicrobiano: tiene que tener la capacidad para destruir bacterias, levaduras y hongos.
- Que sea activo a baja concentración y en presencia de cantidades moderadas de materia orgánica.
- Soluble en agua, químicamente estable, sin acción corrosiva sobre los metales y que no tiña las superficies.
- Buena capacidad de penetración de materiales y superficies.
- No tóxico para el hombre y animales, incluyendo el embrión.
- Fácilmente disponible y barato.
- Que cumpla con la legislación del país.
A estos puntos, habría que añadir que no produzcan daños en la cutícula y que no colapsen los poros impidiendo la pérdida de peso y el intercambio de gases.
La tabla recoge las distintas propiedades de los desinfectantes más utilizados en la industria avícola.
El formaldehído es con diferencia el desinfectante más utilizado. Sin embargo, diferentes investigaciones han se- ñalado a esta molécula como carcinogénica para los seres humanos, por lo que se ha prohibido de su uso en varios países. Este hecho hace necesario buscar posibles alternativas a la utilización de formaldehído para la desinfección.
Entre los productos que se han barajado como posibles opciones el peróxido de hidrógeno, los compuestos de amonio cuaternario, el dióxido de cloro y el agua electrolizada han sido las alternativas más estudiadas.
En está charla se discutirán los resultados obtenidos en distintos estudios sobre la eficacia de estos compuestos.
Aplicación del desinfectante
La fumigación es el método que ofrece mayores ventajas porque permite desinfectar muchos huevos simultáneamente y además nos asegura que toda la superficie del huevo es tratada adecuadamente.
Sin embargo, los gases generalmente no difunden por los poros de la cáscara. Por ello, es muy importante que la fumigación tenga lugar en las primeras 6 horas tras la puesta, durante la formación de la cámara de aire.
La aplicación por espray es un método eficaz para reducir el riesgo de contaminación bacteriana. Sin embargo, una de sus principales limitaciones es que tiene que aplicarse de forma que toda la superficie del huevo quede humedecida y esto es complicado.
Otro punto importante es que dependiendo del tamaño de las gotas y propiedades del producto, los poros de la cáscara pueden quedar bloqueados, reduciendo el intercambio gaseoso y la la pérdida de peso durante la incubación, causando una reducción del porcentaje de nacimientos.