Ventilación de los gallineros en invierno

Cómo mantener las temperaturas objetivo para los pollos sin perder la calidad óptima del aire.

 

Los progresos en materia de la genética, la nutrición y el manejo han conducido a unas notables mejoras en el crecimiento y la transformación alimenticia de los pollos modernos, con el beneficio añadido de una tremenda reducción en el tiempo que tardan hoy en alcanzar su peso comercial. Por lo tanto, por cada hora en que las aves pasan sin estar a una temperatura y ventilación óptimas se pierde en rendimiento.

El mayor reto con el que se enfrenta cualquier productor son los requisitos dinámicos de la zona de confort durante la vida de los pollos, que también dependen del lugar y la época del año. Sin embargo, durante el invierno, cuando las temperaturas exteriores bajan significativamente, hay el gran reto de mantener las temperaturas objetivo sin perder en la calidad del aire.

 

El aislamiento de la nave

Es casi imposible ventilar o controlar adecuadamente la temperatura de un gallinero si no está bien aislado. Cualquier grieta, un cierre defectuoso en las persianillas de los, ventiladores, o un defectuoso aislamiento en la cubierta reducirán la capacidad de controlar la presión estática de la nave, lo que hará que una cierta proporción de aire fresco entrará en ella a través de estos puntos.

Ello significa que se requiera una mayor capacidad de ventilación para lograr el volumen y la velocidad de aire correctos a través de las entradas y origina un aumento de los costes de calefacción. Además, será difícil mantener las temperaturas objetivo, especialmente de noche, aparte de que las fugas son fuentes de corrientes de aire frío que, a su vez, pueden causar problemas de salud a las aves y unas camas húmedas.

La mayoría de los ventiladores laterales modernos tienen persianas montadas en el interior, que se pueden sellar con una lámina de plástico colocada entre las mismas y el marco durante el invierno. Los mayores ventiladores de cono y cajones más grandes, utilizados para la ventilación de verano, también se pueden sellar con una cubierta de plástico por su parte exterior. La presión negativa creada en la nave empujará el plástico contra las persianillas del ventilador para ayudar al sellado. Las puertas grandes también se sellan fácilmente colocando una gran lámina de plástico en su parte exterior.

La siguiente es una prueba de evaluación de presión muy simple. Los ventiladores utilizados para la prueba se basan en la superficie del piso de la nave:

  1. Cerrar todas las entradas y puertas.
  2. Calcular el equivalente a 18 m3/h de capacidad de ventilador por m2 de superficie (por ejemplo, 2.000 m2 × 18 m3/h = 36.000 m3/h de capacidad de ventilación). Aunque dependiendo de los ventiladores instalados no siempre es posible obtener una ajuste perfecto.
  3. Medir la presión estática en cualquier abertura pequeña, como una entrada o un orificio ligeramente abierto.

Una presión estática de más de 37,5 Pa indica que la nave está adecuadamente sellada, pero si es menor de 25 Pa es que está mal, lo que requerirá corregirse. Una nave recién construida debe alcanzar fácilmente una presión estática de 60 Pa. Siempre hay que registrar los resultados de sus pruebas de presión para una referencia futura.

 

Ventilación mínima

Los sistemas de ventilación mínima están diseñados para gestionar los niveles de calidad del aire y humedad utilizando ventiladores con un temporizador. Este sistema es independiente del control
de la temperatura y debe diseñarse y operarse de tal forma que mantenga una buena calidad del aire y un control de la humedad para un desarrollo óptimo de los pollos.

 

 

Con una ventilación mínima, hay tres factores principales a considerar.

  1. En primer lugar, la continua mejora genética da como resultado mayores tasas metabólicas y de crecimiento que, a su vez, aumentan la demanda de oxigen. Este aumento de las mismas también significa una mayor producción de calor metabólico, de la humedad depositada en la cama a través las deyecciones y de los niveles de producción de dióxido de carbono, todo lo cual debe eliminarse mediante una ventilación mínima.
  2. En segundo lugar, debido al aumento del tiempo de funcionamiento de la calefacción durante el invierno se pondrá más estrés en el sistema de ventilación mínima, ya que se produce más gas residual por la misma.
  3. Por último, durante el invierno hay una tendencia de los criadores a reducir los niveles mínimos de ventilación como medio de mantener la temperatura y reducir los costes de energía, lo que puede originar una mala calidad del aire.

Los parámetros de calidad del aire para las aves domésticas pueden resumirse en:

Oxígeno (O2) por encima del mínimo 19,6%
Dióxido de carbono (CO2) máximo de un 0,3% (3,000 ppm)
Monóxido de carbono (CO) máximo 10 ppm
Amoníaco (NH3) máximo 10 ppm
Polvo inspirable menos de 3,4 mg/m3
Humedad relativa (HR) menos del 70%

 

Durante el invierno, es especialmente difícil cumplir con los parámetros de calidad del aire debido al dilema de mantener la temperatura y la calidad óptima del aire. Cuando la capacidad de calefacción es limitada, hay una tendencia a reducir la ventilación mínima para evitar la pérdida de calor. Al mismo tiempo, los niveles de CO y de HR aumentan, lo que tiene un impacto negativo en el desarrollo de los pollos y el estado de la yacija. La correcta programación de una ventilación mínima es el único método eficaz para controlar estos parámetros.

 

Importancia de controlar los niveles de dióxido de carbono

El oxígeno es un componente importante en los procesos fisiológicos, y las aves requieren un nivel mínimo para un rendimiento óptimo. En un gallinero, el CO2 se agrega continuamente al medio ambiente por parte de las aves y el sistema de calefacción, especialmente en invierno y el uso constante de ésta. Los niveles de CO2 deben mantenerse por debajo de lo señalado ya que su aumento desplazaría al oxígeno. Cuando son superiores la disponibilidad de oxígeno será baja, lo que originará unas aves inactivas, una menor ingesta de pienso y agua y un mayor riesgo para el desarrollo de ascitis.

 

Importancia de controlar la humedad

Al igual que el CO, la humedad se agrega a un gallinero principalmente por las parte de las aves y los sistemas de calefacción, aquellas a través de la respiración, la bebida y las deyecciones, mientras que la combustión de 1 m3 de gas añade un litro de vapor de agua al aire. Si esta humedad adicional no se elimina de la nave, la HR aumentará y causará problemas de yacija húmeda.

La HR debe mantenerse por debajo del 70% siempre que sea posible. El único medio para eliminar el exceso de humedad es aumentando la temperatura del aire y el intercambio de aire. A medida que aumenta la temperatura del aire, su capacidad de retención de humedad también aumentará, con el consiguiente aumento significativo de la que se puede eliminar mediante una ventilación mínima.

 

Consultar esta lista para prepararse para el invierno

  • Sellar adecuadamente todos los ventiladores que no se utilizan durante la ventilación durante el invierno.
  • Sellar las entradas del túnel cuando no se utilicen durante el invierno.
  • Realizar una prueba de fugas para verificar el sellado de la nave.
  • Asegurarse de que todas las entradas estén completamente cerradas.
  • Comprobar todos los conectores y cables de nylon. Cualquier conector que esté roto o de mala calidad debe ser reemplazado.
  • Asegurarse de que las puertas de entrada sellan bien o adecuar un sellado adicional al recibir a los pollos.
  • Comprobar la configuración del sistema operativo y de que esté configurado para el invierno (por el aire frío, la HR, etc.).

 

Entradas de aire y circulación de calor

Las ensenadas son posiblemente la parte más importante del sistema de ventilación de una nave. La colocación y el diseño de las mismas afectarán significativamente la dirección del aire frío entrante. En muchas regiones las temperaturas del aire exterior en invierno son bajas con niveles potencialmente altos de HR. Este aire frío y húmedo necesita ser calentado antes de alcanzar el nivel de las aves.

Pero debido a la estratificación del aire las temperaturas del mismo son siempre más altas en el techo o en la cúspide de la nave. Por tanto, el aire frío y húmedo entrante debe dirigirse a este lugar y mezclarse con el aire caliente antes de alcanzar el nivel de las aves.

En los climas fríos las entradas de aire solo deben abrirse desde la parte superior, dirigiendo el aire entrante a la cúspide de la nave. Las entradas mal selladas y diseñadas con rendijas por los lados o la base dirigen una cantidad significativa de aire frío y pesado hacia el piso, lo que es una fuente de corrientes y yacija húmeda.

La apertura de las entradas de aire siempre debe coincidir con la capacidad de los ventiladores y generalmente tener una sección mínima de 5 cm para producir un chorro de aire óptimo. Una abertura más pequeña no producirá un chorro de aire lo suficientemente fuerte como para llegar al centro de la nave. Para una distribución óptima del aire, el entrante necesita una superficie lisa para fluir a fin de garantizar que llegue al centro de la nave donde pueda mezclarse con el aire caliente en el pico del techo.

Durante el inicio de la crianza no todas las entradas se utilizan para que se logre la apertura mínima de 5 cm. Lo mejor es asegurarse siempre de que las entradas opuestas estén abiertos o cerrados para un flujo de aire óptimo. Cualquier entrada que no esté en uso debe estar completamente cerrada porque las fugas causan pérdidas de presión.

Las aberturas de entrada deben controlarse a presión para mantener un flujo de aire constante a diferentes capacidades de ventilación. Cuando se utilicen cables para operarlas hay que prestar una especial atención a los cables de nylon que las cierran ya que pueden estirarse y causar unas aberturas desiguales, recordando que las que no se cierran completamente causarán pérdida de presión y de energía.

 

A solicitud de uno de los autores del artículo “Empleo de la nebulización como complemento de los paneles de refrigeración evaporativa en las naves de broilers”, publicado en el número de septiembre del 2021 en SELECCIONES AVÍCOLAS, hacemos constar un error en la traducción del término “sprinklers”, que nosotros interpretamos como “nebulizadores”, cuando el correcto era “aspersores”. 

 

 

Martijin Gruyters
Canadian Poultry, 109: 10, 20-24. 2022

 

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