Mantenimiento de un equilibrio entre la calidad del pienso, la digestibilidad de los nutrientes y los objetivos de la producción
Las mejoras que se han ido produciendo a lo largo de los años tanto en la selección genética de las aves como en el campo de la nutrición han hecho que los actuales broilers alcancen los pesos comerciales que exigen los mercados en unos períodos de tiempo cada vez más cortos, al mismo tiempo que con una menor cantidad de pienso en relación con su ganancia en carne.
Y debido a que el pienso que reciben los pollos constituye la única fuente de suministro de los nutrientes que requiere, es esencial que estos reciban los mismos en cada bocado que ingieran.
Por otra parte, las industrias de la alimentación han evolucionado a lo largo de los años desde unos molinos que se movían con la fuerza del agua hasta unas fábricas de piensos totalmente automatizadas. Y aunque los principios de la fabricación de piensos han permanecido constantes, actualmente se dispone de numerosas nuevas tecnologías.
Una de ellas es el empleo de la variable frecuencia con la que se suele modificar el tamaño de las partículas del maíz mediante el ajuste de la velocidad en los molinos de martillos.
A su vez, la presencia de unas partículas gruesas en la microestructura de los piensos granulados aumenta un peristaltismo inverso, la digestibilidad de los nutrientes y la eficiencia alimenticia de las aves.
Entre las técnicas empleadas en la fabricación de piensos el acondicionamiento ha sido diseñado con el fin de aumentar la eficiencia de la migración de calor y humedad hacia el centro de las partículas y aumentar la calidad de los granulados. Sin embargo, entre la temperatura a alcanzar y el tiempo de retención debe mantenerse un equilibrio para proteger tanto la estabilidad de los nutrientes termolábiles como de las enzimas exógenas. Y después del acondicionamiento la masa del pienso se envía a la matriz de la granuladora, provista de múltiples orificios, que es la encargada de la formación de los múltiples enlaces entre las partículas húmedas y la gelatinización de la superficie del granulado, lo que contribuye a su durabilidad.
Luego, durante el proceso de enfriado del granulado, se forman enlaces sólidos entre las partículas del pienso y los componentes solubles son recristalizados. Además, es importante comprender la relación entre el flujo de aire y el tiempo de retención con el fin de controlar la humedad y la temperatura en el pienso acabado. En general, esto se hace con la finalidad de mantener un equilibrio entre la producción de la granuladora y la calidad de los gránulos salidos de ella, lo que se consigue tanto con un adecuado mantenimiento del equipo como con en entrenamiento de los operarios que lo manejan.
Las estrategias de manejo deben ajustarse para cada situación en particular. Por ejemplo, si la durabilidad del pienso granulado es superior a un 90 % pero los empleados deben trabajar más, pero sin disponer de tiempo para el mantenimiento del equipo, un aumento de un 0,25 % de la cantidad de grasa en la mezcladora o una reducción de un 10 % de los orificios de la matriz de la granuladora puede aumentar el ritmo de producción. Y, por lo contrario, si la calidad de los gránulos es marginal pero la producción va contrarreloj por estar cambiando continuamente en los tipos de piensos fabricados una reducción dl nivel d grasa puede aumentar la calidad del granulado.
En general, los cambios en el ritmo de producción justifican unas modificaciones en las estrategias del enfriado del granulado, así como en la evaluación de la calidad del pienso acabado. Si el mismo aumenta, también debe hacerse con el tiempo en la enfriadora con el fin de mantener un tiempo de retención comparable.
En resumen, es sumamente importante mantener un equilibrio entre los objetivos de la producción del pienso granulado, la calidad del mismo y el rendimiento de los broilers.
WILMER J. PACHECO
Poultry Sci. 100 (E-Suppl. 1), Annual Meeting Online
[wbcr_php_snippet id="90268"]