Huir o congelarse
Investigadores de la Universidad canadiense de Guelph evalúan cómo los diferentes tipos de explotación en aviarios, así como la estirpe genética, influyen en el temor de las pollitas.
A medida que la explotación de las gallinas va yendo hacia una mayor libertad, con más oportunidades para moverse, la cuestión de cómo responden a situaciones de temer puede influir en la elección del estilo de explotación de los aviarios. Una nueva investigación en la Universidad de Guelph evaluó cómo los diferentes estilos de explotación de estos, así como la estirpe genética, influyen en el temor en las pollitas.
«La investigación ya ha descubierto que las aves tenidas en jaulas son más temerosas que las de aviarios: aquellas tienden a congelarse ante el miedo, y las aves de los aviarios tienden a huir», dice la Dra. Tina Widowski, del “Egg Farmers of Canada Chair in Poultry Welfare”, Universidad de Guelph.
Lo que no se sabía era si hay una diferencia en la respuesta al miedo para las aves criadas en los diferentes tipos de alojamiento de aviarios utilizados en Canadá. Los tipos difieren en el nivel de complejidad (número de plataformas y aseladeros) que se ofrecen a las aves jóvenes. Widowski y su estudiante de doctorado Ana Rentsch han dirigido un nuevo proyecto de investigación, el primero en evaluar el temor de las pollitas criadas en diferentes estilos de aviarios.
El miedo con el miedo
Cuando las aves están expuestas a situaciones nuevas y desconocidas (en espacios y objetos), existe un mayor riesgo de lesiones si huyen o si hay un pánico colectivo en una nave de tipo abierto que podría provocar apilamiento o asfixia. Todas estas reacciones pueden tener implicaciones económicas y de bienestar para las aves y para los productores.
«El miedo es muy subjetivo y difícil de medir, por lo que observamos cómo responden las aves y sus comportamientos cuando se les presentan situaciones potencialmente aterradoras», dice Rentsch.
La investigación consistió en exponer a las pollitas a situaciones que pueden causar miedo y observar su comportamiento. Rentsch comparó la respuesta en pollitas criadas en tres tipos de aviarios que ofrecen diversos grados de complejidad, incluido el número de aseladeros, niveles y rampas disponibles para las aves.
«Los estilos iban desde muy simples hasta muy complejos, donde las pollitas disponían del espacio completo desde el primer día con múltiples plataformas y aseladeros», dice Rentsch. «También incluimos baterías convencionales de explotación de pollitas para compararlas con el mínimo de complejidad».
A las aves se les presentaron situaciones similares a las que experimentarían en un entorno de explotación normal, especialmente en el alojamiento del aviario, que incluía un nuevo espacio y la introducción de nuevos objetos en el mismo.
El campo de pruebas
Dos aves de cada aviario diferente, así como de las baterías, y en cada caso de forma duplicada con una estirpe blanca y otra marrón, se colocaron en el borde de un nuevo espacio circular a las 14 semanas de edad. Rentsch observó cuánto exploraron el espacio y cuánto tiempo tardaron a moverse hacia el centro. «Suponemos que si las aves exploran mucho, es probable que tengan menos miedo porque se sienten cómodas en el espacio», dice Rentsch. Y como un animal en dudas siempre en alerta sobre posibles depredadores, cuanto más rápido se mueven las aves hacia el centro (área más expuesta del espacio), menos temerosos suponemos que son».
Rentsch también registró otros tipos de comportamiento en el espacio para medir qué tan agitadas estaban las aves, incluida la exhibición con el cuello extendido o los intentos de huida.
Después de unos minutos en este nuevo espacio, un objeto se bajó desde el techo al centro del espacio y nuevamente se midió, la respuesta en función del alojamiento para cada tipo de genética. Observaron si las aves se alejaban (caminando, saltando o volando) para evitar el objeto, o bien si se quedaban quietas.
Como era de esperar, las aves de los tres tipos de aviarios eran más tranquilas que las aves criadas en jaulas convencionales.
Cuando el objeto fue introducido a las aves criadas en jaulas, no se movieron todo el tiempo que fueron observadas. «Esto probablemente significa que estaban congelados por el miedo», dice Rentsch. «Mientras que las aves en los aviarios se acercaron e investigaron el objeto, lo que nos lleva a creer que tenían menos miedo».
Los investigadores encontraron alguna diferencia interesante en el temor entre los tres estilos de alojamiento aviario. Basándose en el hecho de que las aves criadas en aviarios tienden a ser más reactivas y vuelan más que las criadas en jaulas, en realidad encontraron que las primeras que habían estado en los más complejos tenían menos probabilidades de tener una respuesta de vuelo cuando se enfrentan a una situación potencialmente temerosa.
«Las aves en los aviarios de baja y mediana complejidad fueron muy reactivas al principio con el objeto, y luego se recuperaron rápidamente», dice Rentsch. «Mientras que las aves en el aviario más complejo no reaccionaron en absoluto. Se quedaron donde estaban cuando el objeto fue bajado al espacio y luego se acercaron a él y lo investigaron».
Las aves criadas en aviarios altamente complejos parecen estar más tranquilas frente al miedo, y Rentsch y Widowski son los primeros investigadores en mostrar estas diferencias en el temor entre los diferentes tipos de alojamiento en aviarios.
«También encontramos que las aves de plumas blancas y marrones reaccionaron de manera diferente», dice Rentsch. «No podemos decir que uno tenga más miedo, solo tienen respuestas diferentes». Las aves marrones estaban más agitadas en el nuevo espacio.
Y cuando el objeto apareció, las aves blancas eran más propensos a huir de él, mientras que las marrones tenían una respuesta más estatutaria y de quedarse quietos.
Conclusiones
«Sabemos que las aves deben ser inteligentes, tranquilas y físicamente aptas para ser manejarse en sistemas de aviarios», dice Widowski. «Y cuando son jóvenes, necesitan estar preparadas porque hay muchos retos. Este trabajo ha demostrado la importancia, una vez más, de criar pollitas en un ambiente que las prepare para una vida productiva larga y saludable».
Desde la perspectiva de Rentsch, hay algunos puntos a considerar por los productores sobre el miedo.
- Tener en cuenta las diferencias entre las aves de plumas blancas y marrones cuando se trata de respuestas de miedo y reactividad, especialmente si se está considerando cambiar de genética.
- Elegir un tipo de crianza en aviario que funcione para su manejo y el personal. Los aviarios más complejos que proporcionan más libertad para las aves también requieren más manejo.
- Hablar con otros productores que ya están utilizando varios estilos de crianza para conocer sus experiencias.
- No evitar el proporcionar a las aves unos objetos novedosos (enriquecimientos adicionales) y experiencias durante la explotación. Es importante exponer a las aves a situaciones potencialmente aterradoras para que se vuelvan familiares y sean más robustas cuando adultos.
JANE ROBINSON
CANADIAN POULTRY, 109: 9, 26-28. 2022
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