Un estudio recientemente publicado en la revista Journal of Animal Science muestra que las aves con unos mayores órganos digestivos pueden ser más eficaces en la utilización del alimento que reciben y, gracias a ello, reducir la cantidad de lo que excretan.
Los investigadores que han realizado el estudio, pertenecientes al INRA -Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas- de Francia partieron de la hipótesis de que las aves con unos mayores órganos digestivos podrían absorber mejor los nutrientes y gracias a ello mejorar su eficiencia alimentaria. Para demostrarlo, trabajaron con tres líneas de genética de aves seleccionadas por sus diferentes capacidades, pudiendo ver, al cabo de nueve generaciones, que las que tenían unos mayores órganos digestivos comían menos y producían menos excrementos.
Según la doctora agnes Narcy, uno de los científicos responsables del proyecto, el próximo paso sería seleccionar a las aves específicamente por este carácter con el fin de tener una producción más sostenible bajo un aspecto medioambiental. El objetivo, pues, consistiría en identificar los genes que controlan la eficiencia digestiva de los pollos.
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