Colombia se está moviendo para buscar nuevos mercados. Recientemente, el Congreso de Colombia ha aprobado por amplia mayoría y en último debate el proyecto de ley del acuerdo sobre protección de inversiones firmado con Japón, lo que significa que ha identificado oportunidades de negocio con el país oriental en campos como el de la avicultura, algo que debería hacer reflexionar a otros estados, como España, puesto que indica que hay segmentos en el ámbito avícola por explorar.
El acuerdo para la liberalización, promoción y protección de la inversión, suscrito por los dos países busca atraer inversión japonesa al país y al mismo tiempo impulsar y proteger las inversiones que los empresarios colombianos tienen en Japón. En Japón los inversionistas colombianos han identificado oportunidades de negocio en sectores como -además del avícola-, el de aceites y grasas, atunes, cacao, peces ornamentales, ceras, artesanías, autopartes, productos químicos orgánicos, bisutería, calzado y cuero, entre otros.
Con el acuerdo también se busca atraer la inversión japonesa hacia Colombia, lo que permite crear puestos de trabajo cualificados para los colombianos y propiciar la transferencia de tecnología a empresas locales. Sin embargo, Colombia también se ha cubierto las espaldas y no eliminará las barreras arancelarias.
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