Farmers Weekly publica la historia de un avicultor inglés que decidió cambiar de reproductores a gallinas ponedoras. El avicultor en cuestión se llama Stephen Hart y tiene dos hijos: George y Richard. Esta familia tiene ponedoras en su granja de Suffolk desde hace un año. Sin embargo, antes tenían una interesante experiencia en reproductores trabajando con Cobb, desde 1977. Cuando se acabó esta relación comercial, la familia contempló varias opciones: criar pollos de engorde, producir pato, etc.
Su objetivo es que el negocio generara empleo para toda la familia. Finalmente llegaron a un acuerdo en virtud del cual ellos ponen sus instalaciones, el seguro y la mano de obra, mientras que la otra parte ofrecía las pollitas y los consumibles. Las principales diferencias que han encontrado criando ahora ponedoras se encuentran en el tamaño de las aves: con los reproductores era una batalla constante por el peso, porque si adquieren demasiado, las gallinas no ponen y los gallos no se aparean. Ahora no tienen ese problema con las ponedoras.
En cuanto a la producción de huevos, admiten una carga de trabajo al recoger los huevos de la cinta transportadora, pero también hay un ahorro de tiempo en otras áreas. Otra diferencia es la calidad de la yacija, que tiende a estar más seca que en el caso de los reproductores, lo que atribuyen a que las ponedoras tienen acceso ad libitum al pienso, mientras que los reproductores lo tenían restringido, lo que significa que pasaban más tiempo jugando con los bebederos y por tanto mojando el suelo.
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