De este modo, tras seis años de crecimiento, el pollo perdió un punto de cuota en 2014 a favor de la carne de cerdo, mientras que la bajada del 2,5% del importe de la carne de cerdo ha sido premiada con un aumento en sus compras del 0,8%. El estudio de Nielsen señala que este incremento se debe al desarrollo de productos innovadores, al fuerte componente salud de alguno de sus productos como el pavo, al desarrollo de nuevos formatos económicos como los loncheados a 1 euro y el abaratamiento de algunas categorías a priori más caras que, por ende, son más asequibles para las familias.
De esta forma, productos como el fiambre de pavo y pollo (3,7%) ganaron en presencia en la cesta de la compra, en detrimento de otros clásicos. El experto de servicios a la distribución de Nielsen, Roberto Butragueño, comentó que la "carne fresca acumula dos años en negativo, tras caer el 1,4% en 2014, debido al alza de precios por encima del 1%, mientras que la charcutería mejora su crecimiento hasta el 1,6%".
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