La Consejería
de Ganadería, Agricultura y Pesca de Cantabria dispondrá, en
2007, del mayor presupuesto de su historia, que crece un 6 % respecto al de 2006,
hasta alcanzar los 124,6 millones de euros, y se caracteriza, según el
consejero, Jesús Oria, por su carácter «continuista y fuertemente
inversor».
El aumento de la competitividad, el fortalecimiento de la seguridad alimentaria,
la mejora de la calidad, el mantenimiento de un nivel de rentas digno en el sector,
el desarrollo rural y la gestión activa del patrimonio natural serán
las líneas que marcarán el presupuesto, explicó Oria.
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La Consejería
de Ganadería, Agricultura y Pesca de Cantabria dispondrá, en
2007, del mayor presupuesto de su historia, que crece un 6 % respecto al de 2006,
hasta alcanzar los 124,6 millones de euros, y se caracteriza, según el
consejero, Jesús Oria, por su carácter «continuista y fuertemente
inversor».
El aumento de la competitividad, el fortalecimiento de la seguridad alimentaria,
la mejora de la calidad, el mantenimiento de un nivel de rentas digno en el sector,
el desarrollo rural y la gestión activa del patrimonio natural serán
las líneas que marcarán el presupuesto, explicó Oria.
El consejero destacó que, sumando los capítulos de transferencias
corrientes, de capital e inversiones reales, se alcanzarán los 86 millones
de euros para inversiones, con prioridad en el gasto para las zonas de montaña,
puesto que los ganaderos y agricultores de estas áreas «cumplen un
papel imprescindible para el mantenimiento del tejido económico y social
del medio rural».
Los 124,6 millones de euros de la Consejería se incrementarán con
los 6 millones que el Ministerio de Agricultura y Pesca otorgará a Cantabria
para gastos en infraestructuras y con los aproximadamente 50 millones en los que
el gobierno regional cifra la aportación de la Unión Europea (UE),
a través de los nuevos fondos FEADER y FEAGA.
La Dirección General de Pesca destinará 1.150.000 euros a la indemnización
a armadores y tripulantes por los paros biológicos en la pesca de la anchoa,
y se dedicarán 14,8 millones al desarrollo del sector pesquero y alimentario,
con medidas como el equipamiento de los puertos pesqueros y las inversiones en
mataderos.
La Consejería pondrá en marcha un Plan de Desarrollo Rural, dotado
con 21,5 millones de euros, que deberá ser aprobado por la Comisión
Europea a comienzos del próximo año y que incluirá, entre
otras, ayudas a la modernización de las explotaciones, al sector lácteo,
de superficie o de cese anticipado de la actividad agraria.
En este sentido, Oria resaltó que su departamento se compromete a que,
pese a la rebaja de los fondos asignados a España por la UE para desarrollo
rural, el sector cuente, en el periodo 2007-2013, con una financiación
similar a los 230 millones de euros que se invirtieron entre los años 2000
y 2006.
Entre los programas principales, el consejero se refirió al plan de recría
de novillas de leche y de carne, que se extenderá al ganado equino, y contará
con 5,3 millones de euros, con lo que crece un 32,5 %; y las actuaciones en la
prevención y la lucha contra los incendios forestales, dotadas con 2 millones
de euros, que incluirán la construcción de un aeródromo en
Valderredible.
El área de Montes dispondrá en total de 29,9 millones, un 11 % más
que en 2006, tanto para la prevención de incendios como para el resto de
actuaciones de gestión de los recursos naturales, que tendrán como
objetivo el desarrollo de la red de espacios protegidos.
Disminuirá un 4,75 % la inversión en erradicación y control
de enfermedades (según Oria, porque se ha reducido su prevalencia, lo que
implica un menor gasto en el sacrificio de animales) y en 2007 se dedicarán
a este capítulo 16,6 millones de euros, parte de ellos para los planes
de vigilancia de la influenza aviar y la lengua azul.
Los gastos de personal aumentarán un 15,9 %, debido a la modificación
de la categoría profesional de los guardabosques, que ha llevado aparejada
una mejora salarial que sitúa a Cantabria a la cabeza de España
en la retribución a estos profesionales y que conllevará, según
Oria, una mejora en la gestión del patrimonio natural de la región.
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