La modernización de las granjas reproductoras ha sido posible gracias a la innovación tecnológica, el uso de nuevos materiales y la mejora de los sistemas de ventilación, entre otros factores. El más importante, sin embargo, es quizás el cambio de mentalidad que protagonizaron los avicultores hace veinte años. José A. Moreno, del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Lleida, explica en «Las granjas de multiplicación y la incubación, antes y ahora», las variaciones que se han llevado a cabo en las granjas y los efectos de los diferentes sistemas que se han ido implantando.
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La modernización de las granjas reproductoras ha sido posible gracias a
la innovación tecnológica, el uso de nuevos materiales y la mejora
de los sistemas de ventilación, entre otros factores. El más importante,
sin embargo, es quizás el cambio de mentalidad que protagonizaron los avicultores
hace veinte años. José A. Moreno, del Departamento de Producción
Animal de la Universidad de Lleida, explica en «Las
granjas de multiplicación y la incubación, antes y ahora»,
las variaciones que se han llevado a cabo en las granjas y los efectos de los
diferentes sistemas que se han ido implantando.
Según Moreno, a finales de los ochenta muchos avicultores se plantearon
modernizar y equipar las granjas, ya que hasta entonces la explotación
de reproductores se realizaba en la misma granja, desde el primer día
hasta el final de su vida productiva. Con la decisión de cambiar el modelo
de granja, se popularizó un sistema de recría separada, sin luz
natural, donde las gallinas pasaban 20 semanas y después eran trasladadas
a las granjas de puesta.
Otro de los factores que provocó el avance y progreso de las granjas
reproductoras fue el paso de materiales de construcción de ladrillo cerámico
o bloque de hormigón a naves de prefabricado, más grandes, y cuya
estructura incorpora un elemento aislante. De esta manera, los avicultores actuales
disponen de naves de reproductores mucho mejor aisladas, construidas con materiales
que permiten higienizarlas rápidamente, y con sistemas de ventilación
que permiten realizar ventilaciones de mínimos en períodos de
frío y una ventilación en túnel, con efecto refrigerante,
cuando hace calor.
La alimentación también ha sido fundamental a la hora de perfeccionar
los sistemas de las granjas reproductoras. Los sistemas que se han ido empleando
para excluir a los gallos de la alimentación de las hembras han ido variando
según los comederos. Actualmente, por ejemplo, en los comederos de canal
se han empleado los sistemas de rejilla y de tubo rodante, mientras que si el
reparto de pienso a las gallinas es por medio de platos, los sistemas de exclusión
fijos y los regulables son los que ahora se emplean más.
Por último, cabe destacar la mejora de los ponederos, que han ido evolucionando
hasta disponerlos en posición transversal y en dos pisos, o en posición
longitudinal, en el eje central con dos pisos y una cantidad de slats mínima;
y también de la incubadora. De ésta última hay que resaltar
la automatización del nacimiento y la transferencia, lo que ha permitido
reducir la mano de obra en todas las salas.
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