Las asociaciones de consumidores coincidieron hoy en «aplaudir» las medidas cautelares adoptadas por el Gobierno sobre retirada del mercado español e inmovilización de
todos los productos belgas de origen animal.
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El ministerio de Sanidad informó hoy de esta medida y señaló que se fundamenta en el Principio de Precaución, aunque señala que, en modo alguno, cabe concluir que, en las mercancías cuya comercialización se restringe, se haya constatado hasta el momento la contaminación por dioxinas.
Un portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE) consideró «adecuadas» las medidas adoptadas por los ministerios de Sanidad y de Agricultura, y señaló que «supone una actuación que tranquiliza al consumidor, ya que elimina, a partir de ahora, los focos de riesgo».
Para esta organización, la aplicación del Principio de Precaución es la medida de carácter preventivo que protege la salud de los consumidores de forma más rápida.
Fuentes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) consultadas por Efe calificaron la medida del Gobierno como «positiva», y añadieron que «tiene que ser complementada con otra
más precisa, que es informar sobre el origen del problema».
A juicio de la OCU, «este problema huele mucho a una situación similar a la que se vivió en España en los años 80 con el caso de la colza».
Un portavoz de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), coincidió con sus compañeros en aplaudir la medida del Gobierno, la calificó de «oportuna», y señaló que así se «evita la alarma social», sobre todo mientras se comprueba si estos productos afectan, o no, a la salud de los consumidores.
EFE
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