A mediados del mes pasado, los ministros de Agricultura de la UE se reunieron una vez más en Bruselas para debatir una propuesta que abría la posibilidad de retrasar la aplicación de la directiva de bienestar animal para ponedoras seis meses más, de modo que los productores tuvieran hasta junio de 2012 para sustituir las jaulas en batería por las enriquecidas. La idea propuesta por el comisario europeo John Dalli era que aquellos países que aún no han acometido la reconversión -algunos del sur de Europa y del Este- pudieran a partir del 1 de enero vender estos huevos sólo dentro de su país. Sin embargo, en la reunión del pasado 14 de noviembre del Consejo de ministros de Agricultura se volvió a ratificar como fecha tope el 1 de enero de 2012, y a partir de aquí se penalizará a los países que no tengan las gallinas en jaulas enriquecidas, al aire libre o en aviarios, tal y como marca la ley.
La UE obligará así a estos países que aún no han acometido la reconversión -entre ellos España, Italia, Grecia, Hungría, Polonia y Chipre- a utilizar sus huevos exclusivamente a nivel nacional y para la fabricación de ovoproductos. En el transcurso de la reunión, España recordó que dispone del mayor parque de ponedoras de la UE, por lo que le resulta más difícil cumplir la directiva.
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