Cocaína adulterada con levamisol. Foto REUTERS

Recientemente están apareciendo comunicados de las autoridades sanitarias acerca de los riesgos del consumo de cocaína, y a esta larga lista hay que añadir uno que aunque sea de lejos nos afecta. En su busca por adulterar la cocaína, los traficantes están utilizando un medicamento antiparasitario de uso veterinario, el Levamisol.
Parece ser que el levamisol induce un estado de euforia y una sensación de aumento de la energía vital en los humanos, por lo que al cortar la cocaína con ella, esta potencia el efecto que buscan los drogadictos. De hecho el Levamisol llegó a probarse como sustancia anticancerígena, para tratar enfermedades autoinmunes y enfermedades del riñón, pero después de varias pruebas se valoró que los efectos secundarios eran demasiado graves y no se autorizó su uso en medicina humana, quedando relegado a sustancia antiparasitaria para medicina veterinaria.
Entre sus efectos secundarios se aprecian unas erupciones cutáneas causadas por hemorragias y una reducción de los glóbulos blancos en la sangre, sospechándose que ambos casos son debidos a reacciones alérgicas al medicamento por parte de los consumidores de la droga adulterada.

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