La producción mundial de pollo incrementó un 40% entre 1995 y 2005, y continúa creciendo. Sin embargo, en muchos países, los consumidores piden que la carne que comen sea producida de manera diferente.
El uso de antibióticos en producción animal y en la del pollo es rechazado por la comunidad científica y las asociaciones de consumidores. Desafortunadamente, el debate está contaminado por la política, los intereses comerciales y el proteccionismo nacional.
Esta tendencia permanecerá, se acelerará y se extenderá a más países.
Para muchos integradores norteamericanos, esto se ha convertido en un nicho de mercado muy lucrativo. En la EU 27, Japón, y en los países que producen pollos para estos mercados la retirada de los antibióticos promotores de crecimiento –APC- es ya una realidad.[leer más]
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