Los niños que sufren alergia alimentaria al huevo ya pueden ser tratados mediante una pauta de desensibilización. Este tratamiento consiste en inducir artificialmente la tolerancia al huevo y se basa en la administración de pequeñas cantidades de este alimento, aumentando progresivamente hasta conseguir la cantidad de una toma habitual sin reacciones alérgicas adversas. En apenas dos meses los pacientes llegarán a poder consumir un huevo cada dos días. “La calidad de vida de estos pacientes mejora sustancialmente”, asegura María José Goikoetxea, de la Clínica Universidad de Navarra, uno de los centros donde se aplica esta terapia.
Una vez llegado a este punto, el paciente debe saber que este alimento que antes era una enfermedad ahora se convierte también en su curación, pero para ello debe consumirlo casi a diario. Según explica la doctora Goikoetxea, “esta sería la fase de mantenimiento, es decir, el paciente debe tomar tres huevos a la semana porque si eliminamos el estímulo del huevo, podríamos perder la tolerancia”.
Hay que tener en cuenta que el huevo no sólo es un alimento básico, sino que, como ingrediente o como traza, está presente en gran cantidad de productos cocinados, con lo que la calidad de vida de los pacientes alérgicos se ve claramente afectada. El tratamiento es válido también para pacientes alérgicos a la leche.
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