El reglamento vigente sólo regula la recogida de los cadáveres de las explotaciones ganaderas y su transporte hasta las fábricas donde se transforman en harinas, pero no la fase final de las harinas obtenidas.
———————————————–
El reglamento vigente sólo regula la recogida de los cadáveres de
las explotaciones ganaderas y su transporte hasta las fábricas donde se
transforman en harinas, pero no la fase final de las harinas obtenidas.
El diputado Salvador Ariste considera necesario y urgente que el Gobierno de Aragón
establezca un reglamento de control del proceso de eliminación industrial
de los cadáveres de animales y del destino final de las harinas obtenidas
en el mismo. El reglamento vigente sólo regula la recogida de los cadáveres
de las explotaciones ganaderas y su transporte hasta las fábricas donde
se transforman en harinas, pero no la fase final de transformación y eliminación.
En el próximo pleno de las Cortes, del 14 de diciembre, la Chunta
Aragonesista (CHA) presentará una proposición no de ley al respecto.
Ariste recuerda que esta falta de control se puso de manifiesto el pasado verano,
cuando una de las dos empresas encargadas por el Gobierno de Aragón de
la eliminación de esos residuos, CAZSA, de Zaidín, fue denunciada
por presuntos vertidos al río Cinca, y el Departamento de Agricultura no
fue capaz de desmentir si eran grasas o harinas animales.
«Evitar que esos residuos pudieran llegar de nuevo a la cadena alimentaria
ha sido la máxima y casi única justificación del Departamento
de Agricultura para la puesta en marcha del costoso servicio público de
recogida, transporte y eliminación de cadáveres, por lo que es paradójico
que después no esté controlando la última fase del proceso,
la peligrosa, la del destino de las harinas», ha afirmado el portavoz de
CHA.
Según la normativa europea, estas harinas obtenidas de la transformación
de cadáveres de animales deben eliminarse mediante enterramiento en un
vertedero autorizado.
CHA