En la empresa
Collverd, la primera de Catalunya y segunda de España en producción
y venta de productos derivados del pato, se huele a nuevo. Y también a
foie. Esta firma, fundada hace casi 25 años, acaba de inaugurar una sede
de 2.200 m2 junto a Figueres, porque la que tenían hasta ahora, en El Far
d´Empordà, se quedó pequeña.
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La sede que
Collverd deja en El Far d’Empordà alberga ya sólo los secadores
de jamones, mientras que en la nueva están las oficinas, la sala de despiece,
la preparación y el envasado de los productos, donde el gran protagonista
es el hígado graso de pato, es decir, el foie.

"El consumo de
foie se disparó después de la crisis de las vacas locas, cuando
en los banquetes se dejó de servir ternera y se buscaron alimentos alternativos",
explica Gregori Solà, gerente y fundador de Collverd. Actualmente el foie
es uno de los productos de delicatessen más apreciado y valorado por los
consumidores porque "los que nos dedicamos a este negocio hemos invertido
mucho en explicar qué es, cómo se prepara y cuál es la mejor
forma de conservarlo", remarca Solà.

La firma vende su foie
principalmente en Catalunya, Madrid y la zona de Levante ya que, añade,
"el consumo de pato tiene mucho que ver con la tradición, y por eso
zonas como Galicia o Extremadura aún no saben casi ni de qué se
trata". Las exportaciones representan de momento sólo el 7% de las
ventas, aunque las perspectivas son de crecimiento. Mercados como el italiano,
alemán, danés o inglés prefieren el foie hecho en esta empresa
del Empordà al francés, "porque saben apreciar nuestra calidad
ya que criamos a los animales en total libertad y les damos una alimentación
basada únicamente en cereales", asegura Solà.

El director
de Collverd y segunda generación, Marc Solà, avanza que el siguiente
paso después de la ampliación ha sido "abrir mercado en México,
Estados Unidos y Chile, donde casi no hay producción autóctona de
estos manjares y con unas grandes posibilidades de crecimiento". La firma,
que emplea a 34 personas, comenzó como cooperativa y posteriormente se
constituyó como sociedad anónima. Collverd es propiedad de las familias
Solà (20%), Simon (20%), Escassi (20%) y el resto pertenece a los antiguos
cooperativistas, que hoy son parte de los payeses que engordan los patos que luego
entregan a Collverd. En un año pueden llegar a manipular hasta 300.000
patos, de la variedad Mulard -un híbrido de Barbarie y Pekín-de
los que se aprovecha todo, incluidas las plumas, que se venden a la industria
textil francesa dedicada a la confección de plumones. Collverd tiene cinco
líneas de productos, que incluyen frescos, semiconservas, conservas, embutidos
y confits.La mayoría de sus clientes, en un 80%, son hoteles y restaurantes,
y el resto se distribuye a charcuterías y pequeños establecimientos.
Collverd vendió por valor de cinco millones y medio de euros en el 2004,
un 8% más que el ejercicio anterior y para este año espera aumentar
la facturación un 12%, impulsado por el mercado americano.

Bibliografía
relacionada aquí.



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