El consumo de carnes se incrementará en estas Navidades entre un 400 y un 600 por cien, según cifras de los mercas, mientras que los precios de los productos estrella -lomo y solomillo de ternera, cochinillo y cordero-, pueden subir en mayoristas un 15 y en los puntos de venta un 35 por ciento más.
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El consumo de carnes se incrementará en estas Navidades entre un 400 y un 600 por cien, según cifras de los mercas, mientras que los precios de los productos estrella -lomo y solomillo de ternera, cochinillo y cordero-, pueden subir en mayoristas un 15 y en los puntos de venta un 35 por ciento más.

Para estas fechas navideñas, que ganaderos, industria y distribución acotan entre el 15 de diciembre y el 10 de enero, no se prevé incrementos importantes de los precios en origen del
cochinillo (entre 600 y 910 pesetas el kilo), ternera (alrededor de 580 pesetas el kilo) y cordero (900 pesetas en kilo), aunque sí en centros mayoristas.
La subida en los centros mayoristas estará entre un 10 y un 15 por ciento, con lo que el lomo se venderá a 1.800 pesetas el kilo, el solomillo a unas 2.200 pesetas el kilo, el cochinillo a unas 1.950 pesetas el kilo y el cordero a 1.900 pesetas el kilo.

Estos valores se incrementarán en más de un 35 por ciento, incluso, en los puntos de venta (supermercados, carnicerías y gran distribución), puesto que en productos como el cochinillo su precio por kilo puede alcanzar las 3.000 pesetas.
Sin embargo, otras carnes sufrirán por estas fechas el efecto contrario, ya que la demanda de pollo industrial y conejo se trasladan a otros productos de mayor precio.

Para el conejo esta caída de la demanda se traslada al productor en unas 20 ó 30 pesetas menos por kilo, pese a que una vez en carnicerías, supermercados y gran distribución esas bajadas no se repercuten, asegura un portavoz de los operadores.
En el caso del pollo industrial la demanda ha empezado a caer desde finales de noviembre, y pese a que en origen la cotización de este producto esté en 110 pesetas por kilo, los puntos de venta mantienen precios fuertes (220 pesetas por kilo), puesto que ahora
quieren recuperar el margen que perdieron cuando en el primer semestre de 2001 alcanzaron cotizaciones de 180 pesetas.
El consumo de pollo industrial se traslada a otras aves de mayor exquisitez para fechas tan señaladas como el pavo, pato, capón y pularda, aunque no en el mismo porcentaje, puesto que, a parte del pavo que en Navidad tiene un mayor consumo, el resto de aves mencionadas tiene una demanda poco significativa.

Pese a que la producción de pavo en España se ha incrementado significativamente en los últimos años (de 15.800 toneladas en 1998 a 20.000 toneladas en 2000), ésta sólo representa un tercio de lo que se consume en España, por lo que la gran mayoría se importa de Francia.
El pavo se consume durante todo el año, pero principalmente como producto elaborado o despiece, en esta época se incrementa la venta del ave en canal y su cotización ronda las 800 pesetas el kilo, aunque en las grandes superficies suele estar de oferta y se puede encontrar hasta a 450 pesetas el kilo.

Según fuentes del sector operador, el consumo de pato es «muy pequeño» y sobre todo se vende el magret o pechuga a la restauración y en estas fechas el kilo de canal cuesta alrededor de 950 pesetas.
Pulardas y capones, un producto específico para Navidad, se pagará a 1.000 y 1.500 pesetas el kilo, respectivamente, aunque estos valores se incrementan si se realiza un consumo selecto como los capones jiennenses de Lendínez (10.000 pesetas la unidad) y los capones de Villalba que se subastan el 21 de diciembre y cuyas pujas alcanzan hasta las 30.000 pesetas por ejemplar.

Receta de capón.
Receta de pularda.
Más información: datos estadísticos del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

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