El avestruz volvió ayer a cotizar el pasado 10 de mayo en la Lonja de Bellpuig, después de seis meses sin fijar precio con unos niveles similares a los del año pasado, alcanzando los 150 euros vivo -para pesos de 90 a 110 kg.- sobre granja, aunque se mostró la escasez de oferta, según declararon fuentes del sector.
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El avestruz volvió ayer a cotizar el pasado 10 de mayo en la Lonja de Bellpuig,
después de seis meses sin fijar precio con unos niveles similares a los
del año pasado, alcanzando los 150 euros vivo -para pesos de 90 a 110 kg.-
sobre granja, aunque se mostró la escasez de oferta, según declararon
fuentes del sector. Los precios se fijarán por vía presencial, con
contactos telefónicos y a través del correo electrónico.
La Lonja de Bellpuig, única de toda España que fija cotizaciones
de la carne de avestruz, suspendió el pasado mes de noviembre de 2003
la cotización de esta ave al considerar que el sector había entrado
en una profunda crisis, que hizo replantearse la iniciativa para que los mercados
se reestructuraran.
El director técnico veterinario de la empresa El Soto, Mercedes Marín,
que comercializa el 70 por ciento de la producción nacional de avestruz,
afirmó que los precios fijados permiten mantener la rentabilidad de las
empresas del sector, aunque para ser competitivas tienen que seguir creciendo.
En este sentido explicó que el proceso de reestructuración que
afrontó el sector el año pasado, que llevó al cierre de
muchas pequeñas explotaciones poco competitivas tiene que culminarse
con el crecimiento productivo de las que han quedado en el mercado.
Explicó que el mercado requiere un incremento del doble de la producción
actual, que ronda los 8.600 aves sacrificadas al año, así como
promocionar el consumo de estas carnes en el mercado interior, ya que actualmente
se exporta más de la mitad de la carne de avestruz española.
Joan A. Ponsa, de la empresa leridiana «L’Estruç de l’Urgell»
comentó que frente a las 400 aves sacrificadas en el matadero de Sant
Celoni la temporada pasada, su intención era llegar a los 500 avestruces
en breve. Ponsa se mostró moderadamente optimista sobre el futuro del
sector, indicando que sus continuos esfuerzos comerciales estaban dando resultado.
De hecho, su empresa ya ha logrado una estable cartera de clientes entre restauradores
y pequeños mercados con una demanda sostenida. Sus mayores esfuerzos
los siguen haciendo en la promoción, pues sigue siendo una carne desconocida
por la mayoría de la gente, tal como han podido observar en las varias
demostraciones que vienen realizando en sitios como escuelas de hosteleria.
L’Estruç de Urgell
obtiene toda su producción de granja propia y 3 granjas colaboradoras,
siendo su objetivo a medio plazo aumentar el número de avestruces de
un año producidas por cada granja, prefiriendo crecer poco a poco pero
asegurando precios realistas de recompra a sus productores-colaboradores que
no volver a caer en los errores de trabajar con muchos criadores, con expectativas
irreales y poco profesionalizados.
El subdirector de la Real Escuela de Avicultura, Federico Castelló,
apuntó que la reanudación de las cotizaciones servirá para
fijar precios orientativos, ya que a la misma edad, 9-12 meses, todavía
existen muchas diferencias entre avestruces, no ya solo en el peso en vivo en
si sino también en la calidad de la piel. Castelló indicó
que la tendencia en el sistema productivo es ir hacia la integración,
tal como ha sucedido en el porcino o en avicultura de carne, y que las granjas
de avestruces actuales en la mayoría de casos complementan la cría
de avestruces con otros negocios agrícolas o ganaderos siendo una manera
muy interesante de contribuir a la rentabilidad de explotaciones agropecuarias
ya en funcionamiento.
Castelló insistió en la necesidad de investigación en nutrición,
patología y manejo en el avestruz, todavía muy escasa y de la
que muchas empresas «huyeron» por la especulación que hubo
en los primeros años.
Consulte los precios actualizados del avestruz en
www.avicultura.com/mercados/
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