Pasan los años, las modas, incluso los hábitos, pero el huevo
  frito se mantiene inalterable como el plato estrella en la cocina española.
  Según revela un estudio de la Universitat de Barcelona que se presentará
  en el salón Alimentaria…
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Pasan los años, las modas, incluso los hábitos, pero el huevo
  frito se mantiene inalterable como el plato estrella en la cocina española.
  Según revela un estudio de la Universitat de Barcelona que se presentará
  en el salón Alimentaria, 6.555 millones de kilos de huevos se consumieron
  durante el año 2002, muy por delante de los 3.857 millones de litros
  de leche o los 3.613 millones de kilos de fruta fresca. Unas cifras que parecían
  mantenerse a lo largo de los primeros siete meses del 2003, en los que los españoles
  consumieron más de 15.693 millones de toneladas de alimentos, cifras
  alentadoras para el sector. Según fuentes de Alimentaria, a falta de
  los resultados del resto de la campaña, esta cifra supone que la media
  mensual de compra de productos se sitúa en 2.241 millones de kilos, un
  1,6% más que en el promedio del 2002. 
Las previsiones indican que el consumo total de alimentos en el 2003 superará
  los 26.464 millones de kilos que se consumieron en el 2002, que, por su parte,
  ya supuso un incremento del 2,1% con respecto al 2001. Tal como señala
  el presidente del salón, Josep Lluís Bonet, “el sector alimentario
  español ya no es lo que era hace años”. El crecimiento no
  es nuevo. Los españoles consumen cada año más alimentos,
  y el incremento está presente desde mediados de los años noventa.
  En este sentido, en el 2002 se compró un 7,3% más de productos
  alimentarios que en 1996. 
¿Pero cómo se comen estos alimentos? Esto y otras cuestiones
  es lo que trata de reflejar el estudio “La
  alimentación y sus circunstancias”, un trabajo del Observatorio
  de la Alimentación de la Universitat
  de Barcelona que se presentará esta semana en el marco del V
  Foro Internacional de la Alimentación. 
Las primeras conclusiones del estudio presentan un panorama en que los españoles
  reconocen la importancia de una dieta sana, aunque no siempre sean capaces de
  seguirla. Otro informe realizado por Taylor Nelson Sofres destaca que en los
  últimos años se vive un intento de regresar a una alimentación
  más sana y natural, volviendo al consumo de hidratos de carbono de cadena
  larga (arroz, pan y patata) y rechazando los productos de origen animal y los
  que contienen grasas saturadas, como bollería y pastelería. 
En cuanto a platos, ni la paella, ni el gazpacho, ni la tortilla de patatas.
  La comida española por excelencia es el huevo
  frito. En el año 2002 se llegaron a consumir en España más
  de 6.555 millones de kilos de huevos. A este alimento le siguen la leche,
  con 3.857 millones de litros, y la fruta fresca, con 3.613 millones de kilos.
  Esta clasificación, puntualizan fuentes de Alimentaria, es la tendencia
  de los últimos años, aunque cabe también dejar constancia
  que el consumo de huevos en España registró un descenso de un
  0,2% con respecto al 2001. 
Por otro lado, de entre los alimentos más habituales el que menos se
  consume en los hogares españoles es el consomé. Durante el 2002,
  en el país únicamente se consumieron 8,4 millones de litros de
  caldo. Este plato, considerado tradicional por excelencia, comparte los puestos
  finales de la tabla con otros dos de más moderna introducción:
  el zumo de uva y el mosto, del que en el 2002 tan sólo se consumieron
  poco más de 11 millones de litros, y otra bebida, la sidra, cuyo consumo
  se limitó a 15 millones de litros. 
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