bio-huevos-frescosA las últimas noticias de alimentos mal etiquetados se ha sumado recientemente otra relacionada con los huevos. En Alemania, la Justicia investiga ahora un centenar de granjas que al parecer producían huevos etiquetados como ecológicos, aunque en realidad no cumplían con las condiciones estipuladas para ello. Así, la fiscalía de Oldenburg, en el norte del país, está al frente de esta investigación por fraude al consumidor, que el semanario Der Spiegel ya ha calificado de “el mayor crimen agrícola de la historia de Alemania”.

La acusación se ha centrado en cientos de empresas de la Baja Sajonia, el gran productor de huevos de Alemania, por etiquetar fraudulentamente unos productos que en el mercado se pueden vender entre un 30% y un 60% más caros que los convencionales. Sin embargo, algunos de los requisitos para ser considerados bio u ecológicos –el conocido como código 0- son, por ejemplo, la superficie mínima de la que deben disfrutar las gallinas, el tamaño máximo del grupo o la comida ecológica que ingieren las aves, que no se están cumpliendo en muchas explotaciones.

El auge de estos productos bio, libres de químicos o aditivos sintéticos, ha incrementado en este país su presencia en las vitrinas. El sector factura más de 7.000 millones de euros anuales y crece un 6% al año. Por eso, las autoridades no han tardado en comunicar que las licencias de producción de las empresas en las que se confirme el fraude se retirarán. Así se ha manifestado el ministro de Agricultura de Baja Sajonia, Christian Meyer, que pertenece al partido Los Verdes y que ya ha declarado que “estamos ante un fraude sistemático; no es un asunto trivial, sino que sería un fraude a los consumidores”.

Un total de 200 granjas se están investigando, tanto en Baja Sajonia como en otros estados de Alemania, en Bélgica y en Holanda. De estas 200, un total de 150 se encuentran en Baja Sajonia, donde se han efectuado redadas. A su vez, de entre estas, 50 ya se han encontrado con la acusación formal del fiscal. En general se estima que una de cada cinco granjas Bio no cumple satisfactoriamente los requisitos de esta etiqueta, por ejemplo en lo que a bienestar animal y al medioambiente se refiere.

La revista Spiegel también denunció en 2012 unos casos de huevos contaminados con dioxinas o la banda de falsificadores italianos que vendía alimentos convencionales etiquetados como ecológicos.

Etiquetas:

Deja una respuesta