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El grupo contra el maltrato a los animales PETA
pondrá en marcha una campaña internacional, que incluye manifestaciones
en México, contra los restaurantes Kentucky Fried Chicken (KFC)
por su «sacrificio» de pollos.
La campaña contra la cadena de comida rápida especializada en
servir pollo frito KFC ocurre, según la versión de PETA, porque
la empresa ha rehusado un «trato más humano» cuando descuartiza
a las más de 700 millones de aves que se sirven en sus restaurantes.
«Desde hace dos años le hemos pedido a KFC que use normas humanitarias
en sus mataderos de aves, y la empresa no ha hecho nada», explicó
a la agencia EFE William Rivas, portavoz hispano de la campaña de PETA.
Según el activista, PETA decidió iniciar este campaña
contra KFC después de que otras cadenas de restaurantes, como McDonald’s,
Burger King y Wendy’s,
accedieran a mejorar las condiciones bajo las cuales se matan a los animales
cuyas carnes se cocinan en sus establecimientos.
El grupo quiere que KFC elimine el sacrificio de los animales por medio de descargas
eléctricas y que evite el crecimiento forzado que, siempre según
PETA, causa desordenes en el metabolismo, entre otras medidas.
Para PETA las personas que comen carne están apoyando el sufrimiento
de los animales. PETA, como organización, promueve las dietas vegetarianas.
Por su parte, la compañía KFC argumentó en un comunicado
que la empresa «está comprometida en asegurar el trato humanitario
de los animales» y que ha establecido un sistema para asegurar que se mantengan
buenas condiciones en los mataderos. KFC agregó que es la empresa dueña
de restaurantes solamente, por lo cual no participa en la cría, procesamiento
o transporte de los animales que llegan hasta sus establecimientos.
En la web de PETA puede verse un video
(300 K) , deliberadamente exagerado, ya que pueden verse maltratos innecesarios
a pollos que ningún avicultor en su sano juicio realizaría. En
concreto, en la secuencia de carga de los pollos literalmente estos se «tirán»
contra el camión y todos los avicultores saben que esta práctica,
además de ilegal y nada correcta, provocaría hematomas en la carne,
auméntando así los pollos de calidad baja y bajando así
el precio que le pagaría el matadero.
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