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El secretario de Producciones Ganaderas de UPA-UCE, Antonio Prieto,
ha anunciado hoy, 10 enero, que los productores de pollo de Extremadura "recrudecerán"
sus acciones de protesta contra la actitud de las empresas integradoras, que
no negocian la firma del contrato tipo homologado del sector, y del Gobierno
central, que no interviene en el conflicto.
Prieto explicó en Mérida, en el transcurso de una rueda de prensa
celebrada tras reunirse con avicultores extremeños, que el sector cumple
21 días de huelga, que las integradoras siguen sin querer negociar sus
demandas y que la Administración central no media para tratar de solucionar
el problema.
Por esto, dijo, se producirá en breve un recrudecimiento de las protestas
de los productores, lo que incluye el mantenimiento del paro general.
Casi la totalidad de los 250 productores extremeños, de los que
aproximadamente el 95 por ciento secundan la huelga, reclaman diversas mejoras
en sus relaciones con las integradoras.
La empresas integradoras, que son las empresas que facilitan a los avicultores
los pollos y los piensos, y que también les compran los animales una
vez criados, no han firmado el contrato tipo homologado que se había
consensuado y controlan poco, según UPA, la calidad de los pollos y el
pienso que proporcionan.
El contrato tipo, que regularía los derechos y las obligaciones de las
dos partes, fue un acuerdo adoptado por la Plataforma Avícola Estatal
pero las integradoras rehúsan rubricarlo, lo que afecta negativamente
a la labor de los productores.
Esta situación se ve agravada, siempre según UPA-UCE, por la
reducción del control sanitario que las integradoras hacen de los pollos
que entregan a los avicultores para que los críen. La mortalidad de estos
pollitos suele ser de entre el dos y el tres por ciento, pero ahora se ha elevado
hasta el 20 por ciento, dijo.
Otro factor criticado por la UPA es, a su entender, la mala calidad sanitaria
de los piensos que les facilitan las integradoras, hecho que ralentiza el crecimiento
e
incrementa el costo.
Las empresas pagan a los avicultores 0,31 euros por cada pollo, cuando el coste
medio de su crianza es de 0,21 euros, lo que proporciona a los productores un
margen de beneficio de 0,10 euros.
Este beneficio se reduce por la actitud de las integradoras, que provoca el
aumento de la mortalidad y la pérdida de animales en cuya crianza hasta
el sacrificio los avicultores invierten un dinero que no recuperan. Por contra,
los consumidores pagan en el mercado una media de 2,05 euros por kilogramo de
pollo, lo que supone una gran diferencia de precio respecto a lo que cobran
los productores. Esta diferencia de precio incluye los margenes de los intermediarios,
cadena de logística, matadero, alimentación y controles sanitarios.
En Extremadura existen unas 250 explotaciones avícolas, casi todas
de carácter familiar, en las que trabajan unas 400 personas y en las
que se producen al año unos 25 millones de pollos.
Según las estimaciones, en el conjunto del país las integradoras
podrían perder cada día de huelga 1,32 millones de euros ya
que dejarían de producirse unos dos millones de pollos al día,
de consumirse 3.600 toneladas de pienso y de incubarse dos millones de huevos.
Por otro lado, según Prieto, en otras comunidades autónomas como
Castilla y León, Galicia y Andalucía los avicultores sufren "presiones"
ya que "guardias civiles van a las granjas para presionarles para que recojan
los pollitos", una situación que han denunciado al Ministerio del
Interior.
En Extremadura, señaló, únicamente se han producido llamadas
de teléfono de la Guardia Civil con el objetivo de conocer si los productores
están en huelga o no, "lo que, hasta cierto punto, es normal dentro
de su ejercicio de control de una situación anómala".
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