Unas
5.000 aves migratorias han muerto por influenza aviar en la provincia china de
Qinghai, donde la epidemia podría prolongarse durante varios meses más,
según Organización
Mundial de la Salud
(OMS).
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"Cinco especies de pájaros
migratorios se han visto afectados por invluenza aviar, que aún no está
bajo control", declaró Roy Wadia, portavoz de la OMS en China, tras
regresar de una misión exploratoria a la provincia de Qinghai.

Entre
ellas se encuentran los ánsares calvos (Anser indicus), gaviones cabecinegros
(Larus ichthyaetus), gaviotas centroasiáticas (Larus brunnicephalus), tarros
canelos (Tadorna ferruginea) y cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo).

Un
total de 189 especies de aves migratorias procedentes de distintos países
de Asia se dan cita, cada año, en el Lago de Qinghai, para protegerse del
calor veraniego en lugares tan apartados como Pakistán o Vietnam. "Estos
pájaros son libres y salvajes, es muy difícil controlar sus rutas
migratorias o saber con qué otras aves entraron en contacto por el camino",
explicó Wadia.

Algunas proceden del Norte de la India y Pakistán,
otras recorren China desde el Sur y muchas más emigran desde Tailandia,
Vietnam o Camboya, sin que hasta el momento se haya podido determinar cuáles
fueron las portadoras originarias del virus H5N1.

Según pudieron
comprobar los expertos en Qinghai, "los pájaros todavía están
muriendo, a un ritmo de 20 aves al día", con lo que el brote no está
aún bajo control.

Señaló Wadia que podrían
pasar "dos o tres meses" antes de que la epidemia remita definitivamente,
ya que durante toda la estación estival permanecerán las aves salvajes
en esta reserva y nuevos ejemplares se incorporarán a diario.

Reconoció
el portavoz que "todavía falta mucha información" ya que
las aves son salvajes y ni siquiera se conocen en detalle sus rutas migratorias,
por lo que habrá que mantener la vigilancia hasta el mes de septiembre,
cuando tradicionalmente comienza el retorno de aves migratorias en Asia.

"Pero
esta situación es mucho mejor que en los peores momentos de la epidemia,
cuando cientos de pájaros morían diariamente", opinó
Wadia, al alabar las medidas de emergencia adoptadas por las autoridades locales.


Un total de 20.000 pollos fueron exterminados de forma preventiva en 20 kilómetros
a la redonda de la reserva natural, y entre dos y tres millones de pollos -todos
los de la provincia- fueron inoculados con la vacuna H5N2, la más adecuada
para el virus
mortífero que afecta a las aves (H5N1). De este modo,
logró Qinghai "contener la epidemia y evitar el contagio a la población
aviar local y a los humanos".

El portavoz rehusó opinar si el virus
en Qinghai supone una amenaza para la población humana, ya que "siempre
que hay una epidemia, hay riesgo", y aludió a la falta de infraestructuras
médicas en esa provincia como principal preocupación.
"Han
actuado muy bien con los medios que tienen, pero carecen de laboratorios y métodos
de diagnóstico avanzados. El Gobierno central debería ayudarles
para mejorar las instalaciones sanitarias, tanto para animales como para humanos",
opinó.

Reconoció, sin embargo, que la escasa población
que habita la vasta provincia de Qinghai podría jugar en su favor, ya que
"reduce en cierto modo el riesgo" de contagio a seres humanos.

China
reconoció el pasado mes de mayo el brote de gripe aviar en Qinghai, donde
hasta ahora había informado de unas mil aves muertas, y reveló otros
tres brotes en la también remota provincia de Xinjiang, semidesértica
y fronteriza con Asia Central.

"La OMS está esperando los
últimos permisos para enviar a Xinjiang un nuevo equipo investigador, en
breve", reveló el portavoz. Confirmó Wadia que, de momento,
no se han registrado casos en humanos en China, a diferencia de países
vecinos como Vietnam, Camboya y Tailandia, donde varias decenas de personas murieron
en 2004 y 2005 a consecuencia de la enfermedad.

Vietnam fue el país
más afectado, con 38 víctimas mortales desde que surgió la
epizootia en enero de 2004, seguido de Tailandia (12 muertos) y Camboya (4)



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