Organismos y expertos internacionales finalizaron el pasado día 25
la conferencia internacional sobre la gripe aviar con un llamamiento a la comunidad
internacional para que refuerce sus servicios sanitarios para controlar la enfermedad.
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«Los gobiernos necesitan dar prioridad y consolidar su capacidad de servicios
humanos y animales para asegurar el ejercicio de sus responsabilidades con respecto
a la gripe aviar», dice la declaración final de la conferencia.
La conferencia ha reunido durante tres días a representantes de unos
20 países y organismos internacionales con el objeto de plantear una estrategia
de control de la denominada «gripe del pollo».
La reunión
estuvo organizada por el Gobierno vietnamita, el Fondo
de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la
Organización
Mundial de Sanidad Animal, y ha tenido lugar en la ciudad de Ho Chi Minh (la
antigua Saigón).
El director regional de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), el doctor Shigeru Omi, declaró al finalizar
la reunión que esta «marcará una futura e intensa colaboración
entre la FAO, la OMS, la Organización Mundial de Sanidad Animal y los ministros
de
Agricultura y Salud de los países afectados».
La jornada
de clausura coincidió con la confirmación de dos casos de infección
por gripe aviar en dos hermanos vietnamitas, el mayor de los cuales se encuentra
en estado grave.
Nguyen Sy Tuan, de 21 años, fue conectado a un
respirador después de que el jueves se le detectara el H5N1, la versión
humana del virus, según confirmaron las autoridades sanitarias de Hanoi.
El estado de su hermana, Nguyen Thi Ngoan, de 14 años, no es grave,
aunque fuentes del hospital provincial de Thai Binh, donde la joven permanece
internada, afirmaron que también se ha contagiado del virus.
Se
trata del primer caso de contagio en humanos registrado en las tres últimas
semanas, cuando había remitido la cadencia de una enfermedad que desde
diciembre se ha cobrado la vida de 13 personas en Vietnam.
Desde que se
registró un rebrote del virus en diciembre de 2003, son 33 las víctimas
mortales en Vietnam y 45 en toda Asia.