La
influenza aviar llegaba a Rusia y Kazajistán a mediados del pasado mes
de julio, azotando la cabaña avícola de varias decenas de aldeas.
Las inspecciones veterinarias y los análisis confirmaron que se trataba
del subtipo del virus denominado H5, altamente patógeno.
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La enfermedad
en Rusia fue la primera amenaza de que el agente pudiera llegar a Europa, aunque
no sería la única; en las últimas semanas se ha contemplado
también la posibilidad de que las aves migratorias procedentes de Asia
que cruzarán Europa a principios de otoño importen la enfermedad.
Ante
la amenaza del avance del virus a través de Asia occidental, Europa ha
planteado distintas estrategias, representadas especialmente por los países
que en el pasado han sufrido la enfermedad: Holanda, Bélgica y Alemania.
Los holandeses en particular han obligado a los granjeros a mantener a todas las
aves de corral dentro de los cobertizos para evitar un posible contagio de la
enfermedad por contacto con las migratorias. Otros países como Francia,
el Reino Unido o Italia estiman que, por el momento, el riesgo no es tan elevado
como para aplicar medidas de este tipo.
La Comisión
Europea sigue muy de cerca la situación en Rusia y Kazajistán,
aunque de momento no prevé establecer nuevas medidas. Lo que sí
se ha activado ha sido la prohibición de la importación de aves
y pájaros vivos procedentes de dichos territorios afectados, países
con los que no existe comercio de carne avícola. En cualquier caso, la
Comisión ha calificado de «débil» el riesgo de que la
enfermedad se extienda a la Unión Europea.
En cuanto a España,
la comunidad científica ha expresado su tranquilidad frente a la posibilidad
de la entrada del virus en el país, ya que consideran que el riesgo es
mínimo. Según dicho colectivo, las aves migratorias que atraviesan
España son las procedentes del norte de Europa, no las que pasan por Rusia.
Además, la estructura productiva española es muy distinta de la
de otros países comunitarios, ya que en España sólo un 4
por ciento del censo avícola al aire libre, mientras que por ejemplo en
Alemania éste es del 40 por ciento.
La postura de la Organización
Munidal de la Salud -OMS- al respecto es de que la posibilidad de que la influenza
aviar se propague a países que todavía no han sido contaminados
es posible; por esta razón, el coordinador del programa contra la Gripe
de dicha Organización, Klaus Stoehr, ha advertido que probablemente se
esté ante la ultima oportunidad de hacer frente a la propagación
de la influenza aviar.