La Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria -EFSA- recomienda no comer productos avícolas
crudos pese a creer improbable el contagio de la influenza aviar por la comida.
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La Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria -EFSA- recomienda no comer productos avícolas
crudos pese a creer improbable el contagio de la influenza aviar por la comida.
Esta recomendación atemoriza a un consumidor bombardeado de
información que, ante la duda, podría abandonar el consumo de dichos
productos. Por otra parte, la población sabe que la carne debe comerse
preferiblemente cocinada, sin necesidad de tener que prevenir la influenza aviar
para aplicar esta práctica. En cuanto a los huevos, la EFSA no se había
pronunciado de una forma tan alarmante hasta ahora, ni siquiera para prevenir
la toxiinfección por Salmonella, cuyo riesgo es estadísticamente
muy superior al de contraer influenza.
La alerta, avanzada anteanoche
tras una reunión de expertos alimentarios en Italia, fue matizada por los
gobiernos ante la queja del sector avícola, que considera que se alarma
innecesariamente al consumidor.
En su comunicado
la EFSA lanzó un mensaje preventivo, aunque nada categórico. «No
hay evidencia hasta la fecha que sugiera que la influenza puede transmitirse
a humanos por el consumo de carne, concretamente de pollería o huevos»,
dijo. Pero añade que está vigilante en la evolución de
la gripe aviar y precisa que aunque todo apunta a que la infección se
contagia por un estrecho contacto con aves vivas infectadas, la posibilidad
de contraer el virus por el consumo de carne o huevos «no puede ser excluida».
Por ello, añadió que «aunque
es improbable que el H5N1 pase a humanos por el consumo de carne cruda o huevos,
cocinar los alimentos bien inactivaría el virus y eliminaría el
riesgo potencial». Con todo, la EFSA subraya que esta medida ya debería
ser habitual para evitar patógenos como Salmonela. También recordó
que en la Unión Europea no se ha detectado gripe aviar en pollos ni gallinas.
Esta situación, de que ni siquiera hay epidemia animal, fue remarcada
por responsables del Gobierno español. El director de Salud Pública,
Manuel Oñorbe, destacó que en esta situación (en que no hay
granjas con influenza aviar) se puede comer mayonesa (hecha con huevos frescos
y crudos).
La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, también lanzó
un mensaje de tranquilidad y recomendó que se mantengan los mismos hábitos
de consumo de siempre. Señaló que las recomendaciones de la EFSA
(que distribuyó en España la agencia española) sólo
persiguen «tranquilizar al consumidor». También el Departament
de Salut catalán dijo que no hay novedad en cuanto al riesgo alimentario
y que ya se vigila en las granjas que no aparezca gripe aviar. Los avicultores
catalanes producen y sacrifican una tercera parte de los pollos que se crían
en España, 165 millones al año, sin contar nueve millones de gallinas
reproductoras y ponedoras o toda la producción estatal de codornices.
Las
prevenciones de la EFSA aumentaron la alarma en algunos países y, sobre
todo, el malestar del sector avícola. En Italia, la venta de pollo habrían
caído ya un 20% o 25%. Y el partido Forza Italia, del presidente Silvio
Berlusconi, organizó en la céntrica plaza Navona de Roma un stand
donde se distribuyó pollo asado para vencer la psicosis. Entre los comensales
estaba el ministro de Salud, Francesco Storace. En Francia, los grandes distribuidores
avícolas hablaron la semana pasada de un descenso del 25% del consumo con
respecto a hace un año. En Grecia, las ventas cayeron un 50%, mientras
que en Alemania y Gran Bretaña se habrían mantenido.
La ministra
de Agricultura española reconoció la preocupación del sector
por las repercusiones de esta crisis y dijo que se ha producido un descenso del
consumo de carne de pollo en la pasada semana, cuantificado por los productores
en un 4% -otros sectores hablaron del 10%- si bien achacó parte de la culpa
a la huelga de los transportistas.