La Consejería
de Agricultura del Gobierno canario enviará unas 500 muestras aleatorias
de granjas avícolas isleñas al laboratorio nacional de referencia
de Algete, en Madrid, donde serán examinadas para detectar su posible contaminación
de influenza aviar. Este procedimiento lo realizan todas las Comunidades Autónomas
entre los meses de octubre y febrero de cada año.
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El muestreo forma
parte de un plan que se activó en 2003 en todo el territorio nacional,
informó la jefa del servicio de Laboratorio y Programas de Erradicación
de la Consejería de Agricultura, Virginia Vigo, que opina que la alarma
existe porque la epidemia está llegando a Europa, pero «no hay motivo
de preocupación».
El número de muestras que se enviarán
en las tres próximas semanas, correspondientes a gallinas ponedoras, aves
reproductoras, avestruces, codornices y patos, se ha elevado con respecto a 2004,
debido a que la Unión Europea ha obligado a reforzar el control de las
granjas ante la proximidad del foco hacia Europa, explicó Vigo.
El
pasado año se enviaron desde Canarias 200 muestras al laboratorio y ninguna
dio positiva, al igual que en 2003, afirmó Vigo, quien explicó que
el número de pruebas se selecciona en función del censo avícola
de cada comunidad, que, además, en el caso de las islas es muy bajo en
relación a las otras comunidades.
Como novedad, destacó
que a partir de ahora también se tomarán muestras a las aves migratorias
que llegan a las islas, cuyo flujo es menor que en la Península, y que
este control se mantendrá activo durante todo el año. Añadió
que la Consejería de Agricultura se ha puesto en contacto con autoridades
regionales de Medio Ambiente para la toma de estas muestras de sangre.
Sobre
las aves vivas y muertas que proceden del exterior, explicó que de su control
se encargan los Puntos de Inspección Fronteriza dependientes del Ministerio,
que, si detectaran la presencia de un foco, «automáticamente»
cerrarían la frontera, por lo que afirmó que tampoco hay posibilidad
de que se importen animales contaminados por la influenza aviar. Subrayó
que los focos que ha habido en Croacia, Turquía y Grecia no han afectado
a España ni a Canarias, pues no han llegado desde allí aves o productos
derivados de éstas, como son las plumas, que también pueden ser
vehículos de contagio.
Vigo recordó que en Italia ya hubo
brotes de gripe aviar en 1997 y 1999, así como en los Países Bajos,
en 2003, pero «no pasa nada», porque, desde el momento en que se detecta
el foco, se sacrifica toda la producción de esas granjas de manera obligatoria,
y con esta medida «no tiene porqué trascender de ahí».
En esos casos se detectaron los brotes aislados, se destruyeron las aves y
se logró erradicar los focos, agregó. Según Vigo, el virus
de la gripe aviar en Asia es altamente patógeno pero, si se mantiene la
prevención y se detecta y se sacrifican a los animales, no tiene por qué
extenderse ni contagiar a las personas.
«Siempre se corren riesgos,
desde luego, pero no creo que se deba alarmar población, porque hoy por
hoy no hay nada, sólo los focos de Croacia, Turquía y Grecia, pero
en el resto de Europa no hay nada y en España tampoco», insistió.
Además, aclaró que la gripe aviar no se contagia por ingerir
pollos o cualquier otra ave y sus derivados, y, en cuanto a la preocupación
existente por la variante humana de la gripe aviar, dijo que sólo son elucubraciones.
«Ha pasado por Asia y no ha mutado» y el más de medio centenar
de personas que ha fallecido como consecuencia de la gripe aviar ha sido por su
alta exposición al virus y porque las condiciones sanitarias en esos países
distan mucho de las europeas, sentenció.