Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia han procesado el aceite de pollo para crear biodiésel, con ventajas de fluidez y viscosidad. Además de los aceites vegetales, la grasa proveniente de cavidades internas, plumas, huesos y piel de animales como el pollo también sirve como materia prima para la fabricación de este biocarburante. Carlos Alberto Guerrero Fajardo, docente del Departamento de Química, explica que «los aceites de pollo podrían aprovecharse como combustible, pese a su viscosidad, siempre y cuando se utilice un alcohol de bajo peso para facilitar su uso en motores”. Para dicho fin, se realiza un proceso de transesterificación, dentro del cual se transforman los triglicéridos para que los aceites lleguen a un nivel similar al diésel tradicional.
El profesor Carlos Alberto Guerrero señala que se utilizó alrededor de un galón de aceite de pollo, obtenido a partir de la fusión y filtración de sebos comprados a diversas empresas reconocidas del sector. De la materia prima se obtuvieron diez litros de aceite, luego de filtrarla para quitarle sedimentos e impurezas sólidas. Para el procedimiento fue necesario un reactor del Laboratorio de Ingeniería Química de la Universidad, el cual fue precalentado; posteriormente se cargó el aceite elevando la temperatura a 60°C para iniciar la reacción que duró entre una y tres horas.
El biodiésel se probó en motores estacionarios de dos cilindros, con una potencia de 19 kilovatios a 1.800 revoluciones por minuto, ejercicio que se hizo mezclando biodiésel al 22,5 % con combustible fósil. Las pruebas realizadas llegaron a los valores límites de los estándares de funcionamiento exigidos por la American Society for Testing and Materials, lo que garantiza que no presente problemas para fluir. Ahora el último paso es estudiar sus posibilidades desde el punto de vista económico.
Más información en el UNPeriódico de la Universidad de Colombia.
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