La nueva Asociación Avícola de la Sierra Sur pretende atender
los problemas comunes del sector en esta comarca y su primera actividad será
presentar un sistema, nuevo en Andalucía, para la eliminación económica
y sin riesgo sanitario de los restos de estas aves.
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La asociación está
constituida inicialmente por 24 avicultores de la comarca, según informó
el Ayuntamiento de Pedrera en un comunicado, y tiene provisionalmente como presidente
a Marcelino Gómez y como secretario a José Cornejo, que compagina
esta tarea con la de concejal de Desarrollo Rural del municipio.
La nueva
entidad llevará a cabo por primera vez un método para eliminar restos
de animales no rumiantes que persigue dar una respuesta viable al problema que
se les plantea a los ganaderos ante la prohibición de enterrar o incinerar
animales muertos.
Este sistema consiste en depositar los cadáveres
de los animales muertos en un depósito estanco que puede estar enterrado
en el suelo de la propia explotación ganadera -ya sea avícola o
de ganado porcino-, con una capacidad de unos 6.500 litros de agua a la que se
le añade un aditivo realizado con algas, que activa el proceso de descomposición
de los cadáveres de los animales.
El sistema, que se conoce como
hidrolización de cadáveres de animales no rumiantes con bioactivadores,
abre una «importante vía de solución para el tradicional problema
de la eliminación o destrucción de los cadáveres o restos
de animales, que no sean rumiantes, en las explotaciones ganaderas».
En este sentido, el comunicado recuerda que, en el caso de la cabaña
avícola, el índice de defunción de animales llega a suponer
el 4 por ciento del total de la granja.
El método de eliminación
favorece, mediante la aplicación del componente alginato sódico
integral, la hidrólisis de los cadáveres que se producen en las
granjas sin que se generen malos olores.
La investigación de este
sistema ha sido llevada a cabo por el Centro Integrado de Formación y Experiencias
Agrarias (CIFEA)
de Lorca (Murcia), por el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo
Agroalimentario (IMIDA), ambos
organismos dependientes de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente
de la Región de Murcia, de forma conjunta con la Facultad de Veterinaria
de la Universidad de Murcia y la empresa Ecotrax Ambiental.
Una vez concluido
el proceso de descomposición del animal, el resultado obtenido es un producto
que puede ser utilizado agronómicamente y que no tienen efectos contaminantes
ni riesgo para la salud.