El Instituto de Investigación Agraria LEI Wageningen UR acaba de completar un estudio para EUWEP (organización europea que agrupa a comerciales, productores, distribuidores e industrias del huevo), con el objetivo de analizar la posición competitiva de la UE respecto a terceros países. El estudio ha comparado los precios de coste de los huevos para consumo y de los ovoproductos en los principales productores de la Unión y de determinados países fuera de la misma. Los resultados muestran que los países de la UE tienen un coste significativamente más alto que los países no pertenecientes a ella, pero los aranceles están protegiendo el mercado de la UE de que se vea inundado por las importaciones. Si los aranceles se redujeran a la mitad, todos los terceros países serían capaces de ofrecer ovoproductos a precios más bajos que la industria del huevo europea.
Desde el 1 de enero de 2012 las ponedoras no pueden estar alojadas en los sistemas tradicionales de baterías. A partir de esa fecha, los productores de huevos tuvieron que cambiar a las jaulas acondicionadas o sistemas alternativos. Ese cambio ha supuesto un incremento en el precio de coste de los huevos. Mientras tanto, la UE está negociando con otros países en la liberalización del comercio de productos agrícolas. En este momento, los aranceles protegen a la UE de ser inundada con importaciones masivas de huevos y huevo en polvo procedentes de otros países. Más importante que los huevos en cáscara es el tema del huevo en polvo, un producto que es fácil de transportar a largas distancias. Con el bajo coste de la producción de huevos y los bajos costes de transporte, resultarían unos precios muy competitivos. En el año 2010, en comparación con los costes de media de producción de la UE de huevo en polvo, los costos fueron menores en Ucrania (79%), Estados Unidos (80%), Argentina (75%) e India (80%).
El estudio considera que el precio medio ofertado en Alemania para huevo en polvo procedente de la UE ha sido en 2012 de 506 céntimos de euro/kg. Los países terceros deben pagar 137 céntimos /kg como derecho de acceso al mercado europeo y unos 15 céntimos en transporte, en el caso de Estados Unidos, Argentina e India, que se reducen a 9 céntimos para Ucrania. En estas condiciones, tan solo Argentina, con costes de producción más reducidos (358 céntimos/kg) se acerca a competir con la producción europea, mientras que los otros tres países, cuyos costes de producción están en torno a 380 céntimos/kg, quedan sensiblemente por encima del precio europeo.
A partir de 2012, el coste de producción en la UE ha aumentado debido al cambio en los sistemas de alojamiento respetuosos con los animales. Este cambio ha hecho que a partir de ahora, el 15% de los costos totales de producción en las granjas de huevos esté directamente relacionado con la legislación europea. Mientras tanto, Argentina, India y Ucrania no tienen legislación sobre el bienestar animal, y las gallinas ponedoras se mantienen en jaulas tradicionales. Estas gallinas tienen mucho menos espacio que las gallinas en la UE, y las jaulas no tienen ninguna de las características que la nueva legislación de la UE exige. Si la legislación europea sigue en esta línea mientras los aranceles de importación bajan, esto podría tener un impacto considerable sobre la competitividad del sector de los huevos en Europa.
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