La Cámara de Comercio de Tàrrega (Lleida) reclama al Gobierno español una línea de ayudas al sector avícola español como compensación a las pérdidas sufridas el año pasado por las
repercusiones negativas provocadas por la crisis de las dioxinas surgida en Bélgica, el famoso caso del «pollo belga».

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Según un estudio de la Cámara, la dioxina belga arrastró a la baja al resto de los sectores avícolas europeos, y sólo en España las pérdidas acumuladas durante el año 1999 se sitúan en torno de los 24.000 millones de pesetas en el sector de producción de pollo, lo que supone una media de pérdida de unas 20 pesetas por kilo.
En los meses de junio y julio, durante el momento álgido de la crisis, las pérdidas en el sector avícola se situaron en 10.000 millones. La presidenta de la Cámara de Comercio de Tàrrega, Silvia Falip, ha hecho ya gestiones ante el Ministerio de Agricultura para sondear la posibilidad de recibir ayudas. Según el ministerio, este tipo de ayudas podían ir en contra de la libre competencia y las denegó.
El informe elaborado a partir de las cotizaciones de la lonja de Bellpuig demuestra que el mismo tipo de ayudas denegado por el Gobierno ha sido habilitado por el Ejecutivo belga, que las considera compatibles con el tratado de la Unión Europea. Según Falip, «los requisitos objetivos que cumplían las empresas belgas para recibir las ayudas correspondientes también los cumplen las empresas españolas que se vieron arrastradas indirectamente por la crisis».

La Vanguardia [26-01-2000] Etiquetas:

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