Los consumidores de EEUU cada vez confían menos en la industria avícola de su país, y además las últimas tendencias apuntan a que cada vez más demandan pollos criados de forma «humanitaria», según se deduce al menos de una encuesta llevada a cabo por la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals. Mientras la mayorías de los norteamericanos comen pollo, lo que revelan las encuestas es que estos consumidores están muy preocupados por el modo en que los pollos son tratados en la granja.
El sondeo en cuestión revela que el 80% de los encuestados siente que es importante que los pollos que consumen sean «criados humanitariamente». Menos de un tercio de los encuestados dice confiar en las compañías productoras de pollo de Estados Unidos.
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