Manejo del agua de bebida de los pollos

El agua es un nutriente esencial que afecta prácticamente a todas las funciones fisiológicas. El agua comprende del 68 al 76 % de la composición corporal de un ave, lo que depende de la edad. Unos factores como la temperatura, la humedad, la composición de la dieta y el aumento de peso corporal influyen en la ingesta de agua.

La buena calidad del agua es vital para una producción eficiente de pollos. Las mediciones de la calidad del agua incluyen el pH, los niveles minerales y el grado de contaminación microbiana. Es esencial que el consumo de agua aumente con el tiempo a medida que el pollo va creciendo. Si disminuye en cualquier momento, se debe reevaluar la salud de las aves, el medio ambiente y/o las técnicas de manejo.

 

El contenido mineral

Aunque los pollos son tolerantes a unos niveles más altos de algunos minerales – calcio y sodio, por ejemplo -, son muy sensibles a la presencia de otros. El hierro y el manganeso tienden a dar al agua un sabor amargo que puede hacer disminuir el consumo. Además, estos minerales ayudan al crecimiento de bacterias. Si el hierro es una preocupación, los sistemas de filtración y la cloración son controles eficaces.

Es aconsejable filtrar el suministro de agua utilizando un filtro con una malla de 40-50 micras y comprobar y limpiar éste al menos cada semana. Los contenidos de calcio y magnesio en el agua se miden por el índice de dureza. Estos minerales en combinación pueden formar depósitos que comprometerán la eficacia de las líneas de bebederos. Esto es especialmente cierto para los bebederos cerrados. Los descalcificadores se pueden incorporar al sistema para paliar los efectos del calcio y el magnesio. Sin embargo, los niveles de sodio deben evaluarse antes de utilizar un producto descalcificador a base de sal.

El rendimiento del pollo puede verse afectado por tan solo 10 ppm de nitratos. Lamentablemente, hoy en día no hay opciones rentables para su eliminación del agua potable. El agua debe ser analizada para detectar los nitratos porque unos niveles elevados de estos pueden indicar una contaminación por aguas residuales o fertilizantes.

 

La contaminación microbiana

Un bajo rendimiento crónico de los pollos puede ser señal de un agua contaminada y requiere un análisis urgente de la misma. Al analizar el agua, el evaluar el recuento bacteriano coliforme total es importante, ya que unos niveles altos pueden ser causa de enfermedades. La evaluación de las bacterias totales a través de un recuento de placas refleja la eficacia del programa de saneamiento del agua potable. La contaminación microbiana puede provenir de la fuente de agua original o de cualquier punto del circuito de suministro. Si no existe un programa eficaz de saneamiento del agua, una proliferación bacteriana se puede producir fácilmente.

El agua debe ser analizada siempre que:

• Se observe un cambio importante en su color, olor o sabor.
• Si ha habido inundaciones cerca del pozo.
• Si una persona o un animal enferma en la instalación por una enfermedad transmitidas por el agua.
• Si se han hecho trabajos de mantenimiento en el circuito de suministro.
• Si se tienen unos rendimientos persistentemente bajos.
• Si hay una pérdida importante de flujo o en la presión.

 

Saneamiento del agua y limpieza del sistema

Un programa regular de saneamiento de agua y limpieza de las líneas de bebederos puede proporcionar protección contra la contaminación microbiana y la acumulación de biofilms viscosos en éstas. Si bien las películas biológicas pueden no ser una causa inmediata de problemas par  las aves, una vez establecidas en las conducciones, ofrecen un lugar de refugio a las bacterias y los virus más perjudiciales para refugiarse de los desinfectantes y también actuar como fuente de alimento para aquellas.

Los productos conteniendo hidrógeno han demostrado ser excepcionales para la eliminación de biopelículas en las conducciones de agua. Los biofilms pueden verse afectados por contaminantes naturales – hierro, azufre, etc.-.

El empleo de diversos productos avícolas en los bebederos -por ejemplo: vitaminas, electrolitos, ácidos orgánicos, vacunas, estabilizadores de vacunas, antibióticos y probióticos – puede contribuir al crecimiento de biofilms. Como resultado, se debe prestar especial atención a la limpieza interna de las conducciones de agua después del uso de cualquiera de estos productos.

 

Contenido mineral

Otro factor importante es el potencial REDOX del agua, el potencial de reducción de oxidación, que se refiere a la propiedad de los desinfectantes, como el cloro, para actuar como un oxidante fuerte.

Una oxidante fuerte mata y destruye los virus, las bacterias y otros materiales orgánicos presentes en el agua, dejando a ésta microbiológicamente segura.

Un valor REDOX del orden de 650 mV o mayor indica un agua de buena calidad. Cuanto menor es, por ejemplo, de 250 mV, es señal de un pesada carga orgánica que probablemente sobrepasa la capacidad del cloro para desinfectar adecuadamente el agua.

Un medidor REDOX puede ser una herramienta útil para identificar y mantener un suministro adecuado de cloro sin sobre utilizar éste.

Advertencia:

Los kits de análisis de cloro de las piscinas no distinguen entre el cloro libre y el ligado. Un importante contenido orgánico originaría una mayor proporción de cloro unido, lo que produciría sería causa de un desinfectante deficiente, aunque un kit de prueba podría indicar unos niveles de cloro de 4-6 ppm.

La cloración es más eficaz cuando se utiliza en un agua con un pH de 5,0 a 6,5. Este nivel de pH origina un mayor porcentaje de iones hipoclorosos activos, que son un desinfectante fuerte.

Los ácidos inorgánicos como el bisulfato sódico reducen el pH del agua sin contaminarla.

Los niveles residuales de cloro libre no se consideran útiles como desinfectantes a menos que haya al menos un 85 % de ácido hipocloroso presente.

Las fuentes más corrientes de cloro incluyen:

• El hipoclorito de sodio – NaOCl, o lejía doméstica -, que aumenta el pH del agua, por lo que es una mala opción como desinfectante de ésta.
• Tricloro – trcloro-s-triacinetriona -, que tiene un 90 % de cloro disponible, y se ofrece en forma de comprimidos que liberan lentamente cloro durante un período de tiempo para reducir el pH del agua, proporcionando una buena opción como desinfectante de ésta.
• El gas cloro, disponible como 100 % de cloro, que es la forma más pura de éste, pero puede ser peligroso, por lo que su uso está restringido.

El pH

• El pH es la medida de cuántos iones de hidrógeno están en solución y se mide en una escala de 1,0 a 14,0, siendo el 7,0 neutro.
• Un pH por debajo de 7,0 indica un ácido, mientras que los números por encima de 7.0 un álcali.
• Un pH por encima de 8,0 puede afectar al sabor, causando amargor y reduciendo así el consumo de agua.
• Un pH alto del agua se puede reducir mediante el uso de ácidos inorgánicos.

Los ácidos orgánicos también pueden afectar negativamente el consumo de agua y por lo tanto se desaconsejan.

• El pH afecta a la calidad del agua y a la eficacia de los desinfectantes como el cloro.
• Con un pH superior a 8,0, el cloro está presente principalmente como iones clorhídricos, que tienen muy poca calidad desinfectante.

 

Impacto del pH en la relación del ácido hipoclorado (HOCl) con el ion clorhídrico (OCl)

EL PH IDEAL DEL AGUA POTABLE para un programa de desinfección está entre 5 y 6,5

 

Los sólidos disueltos totales

La medición del total de sólidos disueltos – TDS -, o salinidad, indica los niveles de iones inorgánicos disueltos en el agua. El calcio, el magnesio y las sales sódicas son los componentes principales que contribuyen a los TDS. Los altos niveles de estos son los contaminantes más habitualmente responsables de causar efectos nocivos en las aves, como se muestra en la tabla adjunta, según las directrices del Consejo Nacional de Investigaciones para el agua de bebida destinada a las aves.

 

Adecuación del agua con diferentes concentraciones de sólidos disueltos totales (TDS)

FUENTE: Nutrientes y Sustancias Tóxicas en el Agua para Ganado y Aves, Academia Nacional de Sciences, Washington, DC. Consejo Nacional de Investigación (1974).

 

Limpieza del sistema de bebida entre manadas

• Drenar el sistema de bebederos y los depósitos de cabecera.
• Determinar la capacidad del sistema de bebida.
• Preparar la solución de limpieza según lo indique el fabricante.
• Siempre que sea posible, retirar el depósito de cabecera y limpiarlo.
• Introducir la solución en el circuito de agua, por lo general en el depósito de cabecera.
• Asegurarse de utilizar la ropa y gafas protectoras cuando se manejan productos químicos.
• Abrir el grifo al final de la línea de bebederos y dejar que corra el agua hasta que aparezca la solución desinfectante y seguidamente cerrarlo.
• Levantar cada línea de bebederos.
• Hacer que la solución circule a través del sistema de bebederos.
• Si esto no es posible, dejarla reposar durante al menos 12 horas.
• Después de drenar el sistema, enjuagar el sistema a fondo para eliminar el bioofilm y el producto químico desinfectante.

 

Análisis de agua

Los análisis del agua deben realizarse de forma periódica, pero al menos una vez al año.. Las muestras deben recogerse tanto en el pozo de la granja como al final de una de las líneas de bebederos, utilizando para ello un recipiente estéril y suministrado por un laboratorio acreditado. Al tomar la muestra de agua, es importante no contaminarla.

FUENTE: Sara Muirhead. Feedstuff, 1995.

 

Técnica de muestreo de agua

1. Esterilizar el extremo del grifo o tetina mediante una llama durante 10 segundos. No utilizar nunca un producto químico para ello, ya que puede afectar a la muestra.
2. A falta de una llama, dejar correr el agua durante unos minutos antes e tomar la muestra.

 

Notas finales

1. El agua suministrada a las aves debe ser apta para el consumo humano.
2. Se debe tomar una muestra de hisopo para evaluar la efectividad del programa de saneamiento.

 

 

COBB – VANTRESS

Management Guide 2018

 

Etiquetas: #SA740 • agua en avicultura • manejo del agua