Más del 50% de los contratos de integración firmados entre los productores y empresarios avícolas están homologados bajo el nuevo modelo que entró en vigor hace un año, elaborado por la interprofesional, Propollo. Este modelo supone una actualización del aprobado en 2007 e incorpora cláusulas nuevas para calcular la parte devengada entre productores y empresas, teniendo en cuenta, por ejemplo, el gasto en electricidad o gasóleo, el cumplimiento de requisitos más estrictos de bienestar animal o los precios de las materias primas.
Los responsables de Propollo han señalado que la adhesión al nuevo modelo, que es voluntaria, está siendo lenta pero inexorable. Hay que recordar que el nuevo contrato de integración se publicó en el Boletín Oficial del Estado en agosto de 2014.
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