El pasado octubre el presidente de México, Felipe Calderón, anunció que el brote de gripe aviar que surgió a mediados de este año en el estado de Jalisco está «totalmente controlado», por lo que declaró superada la contingencia. «Después de 68 días sin que se informe sobre nuevos casos, estamos ingresando a la etapa de erradicación» del virus AH7N3, con lo que México recuperará muy pronto el estatus de país libre de influenza aviar de alta peligrosidad», aseguró. Según destacó, el control de esta enfermedad, apenas cuatro meses después su aparición, es producto del «gran esfuerzo del Gobierno y de los productores». Si bien «la avicultura nacional sufrió un daño importante, de no haber actuado con firmeza, ese daño hubiera sido, quizá, irreversible y hubiera reducido notablemente la capacidad productiva de México», quinto productor a nivel mundial y el mayor consumidor de huevos per cápita, del mundo, afirmó.
Entre las medidas adoptadas, mencionó el sacrificio de más de 22 millones de gallinas, el establecimiento de un cerco sanitario y la elaboración de una «vacuna eficaz contra la enfermedad, que fue determinante para controlar el virus con rapidez y contundencia». En los últimos tres meses «se han aplicado alrededor de 140 millones de dosis de la vacuna y contamos, además, con un banco de reserva suficiente para utilizarlo en caso de ser necesario», señaló el mandatario. Además, destacó que, gracias a los esfuerzos realizados para recuperar las capacidades productivas de los avicultores, se prevé que México recupere ya este mes de noviembre el número de ponedoras al nivel previo al brote de gripe aviar. Calderón indicó que el objetivo ahora es estimular la creación de nuevos centros productores de huevos en otras zonas del país para diversificar regionalmente la producción y evitar en el futuro un impacto tan fuerte como el registrado en esta ocasión. También exhortó a los productores a redoblar los esfuerzos para recuperar la posición de liderazgo como productor mundial de huevo y crear las condiciones para que el precio del producto, que se disparó por el brote, continúe su tendencia a la baja. Después de que el kilo de huevo superase los 40 pesos -unos 2,40 €-, «hay evidencias de que el mercado tiende a estabilizarse, y aunque sigue muy alto para la población, lleva siete semanas consecutivas a la baja», dijo. Antes del brote de la gripe aviar un kilo de huevo se vendía a unos 11 pesos mexicanos -0,66 €- y ahora el precio promedio es de 24 pesos –1,44 €-.
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Fuente: efeagro
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