Una propuesta del Presidente de Estados Unidos de anular la financiación de dos importantes Centros de Investigación del país ha levantado las alarmas por la pérdida que ello representaría para el futuro del sector avícola de ese país.
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Una propuesta del Presidente de Estados Unidos de anular la financiación
  de dos importantes Centros de Investigación del país ha levantado
  las alarmas por la pérdida que ello representaría para el futuro
  del sector avícola de ese país.
Una propuesta recogida en el presupuesto nacional del Presidente de Estados
  Unidos de anular la financiación de dos importantes Centros de Investigación
  del Departamento de Agricultura del país ha levantado las alarmas por
  la pérdida que ello representaría para el futuro del sector avícola
  del país. Uno de estos centros es el prestigioso Laboratorio de Enfermedades
  Aviares y Oncología –ADOL
  -, por sus siglas en inglés-, de East Lansing, Michigan, reconocido por
  la Organización Mundial de la Salud como
  lugar de referencia para la enfermedad de Marek. Recordaremos que el ADOL ha
  mantenido durante varias décadas unas líneas específicas
  de aves para la determinación de la resistencia a virus letales, habiendo
  sido pionero en el estudio de la leucosis aviar y la enfermedad de
  Marek y contribuido eficazmente en desarrollo de vacunas contra esta enfermedad.
  El otro centro amenazado de cierre es el Laboratorio de Biociencias y Biotecnología
  
  –ABBL
  -, con sede en Beltsville, Maryland, que coordina el trabajo de 13 Servicios
  de Investigación Agrícola -ARS- de todo el
  país en torno a la reproducción, genética y eficiencia
  alimenticia de las aves y la ganadería porcina y bovina. La inoportunidad
  de este anuncio es evidente si se tiene en cuenta su coincidencia con la presión
  de la industria de los biocombustibles que está haciendo
  que los costes de las materias primas estén en un disparadero. Según
  parece, si ello se confirma, no sólo habrá que lamentar la pérdida
  de puestos de trabajo de numerosos científicos, sino también de
  los recursos genéticos que se albergan entre los dos centros.
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