Progresos en el hábito del picaje y perspectivas para evitar el corte de picos
Introducción
El picaje y arranque de plumas entre las aves puede ser un problema en todos los sistemas actuales de alojamiento de las gallinas, pero es más difícil de controlar en aquellos sin jaulas.
Y aunque el corte del pico ha sido una medida habitual para limitar el daño que las aves pueden infligirse entre sí, esta práctica es
objeto de discusión porque no ofrece una solución real al problema y porque puede causar un dolor agudo y crónico a las aves.
Por otro lado, la producción de huevos de la UE está yendo hacia sistemas sin jaulas, en los que las aves se mantienen cada vez más con los picos intactos. Y para minimizar el riesgo de que en ellos se produzca picaje de plumas se necesita prestar atención a lo largo de toda la cadena de la genética y la producción, aunque la experiencia con el manejo de las gallinas está aumentando, lo que lleva a un mejor rendimiento y una reducción de la mortalidad en comparación con las dos décadas anteriores.
Esto se ilustra con un reciente metaanálisis de Schuck-Paim y col. (2021) de más de 6.000 manadas en todo el mundo que muestra que los niveles de mortalidad en los sistemas que no son jaulas pueden ser similares a los de jaulas cuando los productores tienen un nivel suficiente de experiencia. Aunque también está claro que los sistemas sin jaulas son más difíciles de manejar que los de jaulas y que se necesita una atención especial para prevenir el picaje de plumas y los brotes de canibalismo o para reducir su impacto.
El objetivo de esta presentación es ofrecer una visión general de los avances recientes en la prevención del picaje de plumas y las perspectivas para evitar el recorte del pico.
La genética
La genética juega un papel importante en la prevención del picaje. Se sabe que existe variación genética en la propensión a desarrollar el picaje. Por ejemplo, las aves con una motivación de picaje más fuerte o las hiperactivas parecen estar en mayor riesgo de desarrollar picaje de plumas. Los seleccionadores han desarrollado métodos para evaluar a sus candidatos de selección por su propensión a mostrar este vicio, por ejemplo, alojando a las hermanas de las candidatos de selección en grupos familiares en jaulas. El daño en las plumas y la supervivencia de las hermanas se incluyen en la decisión de selección y solo se utilizan las candidatas de selección con una baja o nula mortalidad y un buen estado del plumaje en el grupo hermano.
Nuevos métodos de reproducción, que incluyen efectos genéticos indirectos, permiten modelar los efectos genéticos de los miembros del grupo en caracteres tales como el estado del plumaje, lo que permite a los seleccionadores separar los genotipos de las aves agresivas y las víctimas. Pero un desafío que todavía sigue existiendo es el hecho de que la mayoría de la población reproductora se mantiene en pequeños grupos en jaulas, mientras que los híbridos comerciales se alojan en grandes manadas en el suelo. Se necesitan herramientas para monitorear el rendimiento individual de las gallinas en estas grandes manadas a fin de permitir la detección de fenotipos relevantes en condiciones comerciales. Aquí, la tecnología de los sensores y la visión por computadora jugarán un papel importante, ya que nuestras posibilidades de monitorear el comportamiento de animales individuales están aumentando rápidamente.
Los reproductores
Los reproductores para la puesta en Europa generalmente se alojan en el suelo y las gallinas se mantienen en lotes con alrededor de un 10 % de gallos. Estas aves han recibido muy poca atención en la investigación y esto puede tener que cambiar. En un proyecto holandés centrado en la reducción del picaje, encontramos que el daño de las plumas y los niveles basales de corticosterona en el lote parental eran predictivos del rendimiento de la descendencia: la de padres con lesiones severas en las plumas a las 40 semanas de edad y el aumento de los niveles de corticosterona tenían más probabilidades de desarrollar un picaje severo de plumas ya en las primeras semanas del período de la crianza.
En basa a ello, puede valer la pena invertir en el manejo de la población reproductora, ya que sabemos que una vez que una manada ha desarrollado un picaje de plumas es muy difícil detener este comportamiento más adelante. También está claro que existen grandes diferencias entre las aves de genética blanca y las marrones: la relación entre el estrés en los padres y el picaje de plumas en la descendencia solo se ha observado en las primeras incluidas en un estudio, no en las marrones.
Esto encaja con la observación de que las manadas blancas son, en general, más temerosas y sensibles al estrés que las marrones, y que esto puede afectar negativamente a su rendimiento (de Haas y col., 2014).
La recría
El período de cría-recría, las primeras 17 semanas de vida de una gallina, tiene un importante efecto en su rendimiento posterior en la vida. En un proyecto holandés sobre el picaje encontramos que el acceso a la yacija o a otros enriquecimientos para picar era fundamental para prevenir el picaje de plumas.
En las granjas de aviarios las pollitas generalmente están encerradas en la altura del mismo durante las cinco primeras semanas de vida. La crianza se inicia sobre papeles, lo que permite que el pienso, las deyecciones, las plumas y el polvo se acumulen en el mismo, proporcionando un material de yacija a las aves.
En nuestro estudio, alrededor la mitad de los criadores retiraron este papel unas dos semanas antes de dejar libres a las pollitas en la nave, mientras que la otra mitad no lo hizo. Las manadas que tenían acceso continuo al material de la yacija sobre los papeles tenían muchas menos probabilidades de iniciar un picaje de plumas durante la crianza que aquellas otras a las que se les había retirado. Este efecto fue aún más fuerte si se añadió yacija en el suelo cuando se liberaron las pollitas en el aviario. Y también se observó una gran diferencia entre las pollitas marrones y las blancas ya que este efecto del acceso a la yacija solo se observó entre aquellas y no en éstas.
Con ello llegamos a la conclusión de que las pollitas deben criarse en un ambiente estimulante, con yacija adecuada para alimentarse y picar y manejarse de forma que se vuelvan independientes dea las actividades humanas y otros eventos. Deben ser vigiladas de cerca y se les debe ofrecer un enriquecimiento ambiental (forraje, bloques para picar y pacas de paja) cuando se detecten los primeros signos de un picaje de plumas. Además, se puede buscar un asesoramiento nutricional para descartar algún fallo en la dieta que pueda aumentar el riesgo de picaje de plumas.
Las manadas en puesta
Como el último eslabón de la cadena, por supuesto, el productor de huevos también juega un papel fundamental en la prevención del picaje de plumas. En el proyecto holandés al que nos hemos referido, investigando qué factores de los períodos de crianza y de puesta podían predecir el estado del plumaje a las 40 semanas de edad, encontramos que un severo picaje a las cinco semanas y un miedo elevado a los humanos durante la cría eran predictivos de daño de plumas durante la puesta.
Los factores de riesgo durante la puesta fueron un gran tamaño de la manada, la explotación en el suelo en vez de en un aviario y un manejo estándar en lugar de otro en el que se utilizaba una radio para reducir el miedo y se habían suministrado bloques para picar y un forraje como el heno de alfalfa. Estos resultados subrayan que el manejo de las aves durante el período de puesta es muy importante para prevenir problemas con el picaje de plumas.
Actualmente, el mercado europeo del huevo está haciendo una transición hacia sistemas no de jaulas, habiendo algunos países ya tienen la mayoría de las gallinas de esta forma, mientras que otros aún las tienen principalmente en baterías. En el proyecto piloto de la UE “Best Practice Hens” (www.bestpracticehens.eu) nuestro objetivo es conocer cómo mantener con éxito a las gallinas en sistemas que no sean jaulas, para productores que estén interesados en hacer la transición. El proyecto abarcará las mejores prácticas tanto para las granjas de recría como para las de puesta e incluirá aspectos dirigidos a la producción en confinamiento, al aire libre y de forma ecológica, siendo fundamental para la prevención del picaje de plumas.
Perspectivas para evitar el corte de picos
Los consumidores y las ONG también piden cada vez más unos sistemas de producción de huevos en los que las gallinas puedan mantenerse con los picos intactos, evitando la práctica del corte del pico. En algunos países europeos, como Alemania y los Países Bajos, el corte del pico ha sido prohibido recientemente.
Durante la fase de transición se ha prestado mucha atención a la prevención del picaje de plumas y el canibalismo en manadas con los picos intactos. Esto ha dado sus frutos, en el sentido de que la transición hacia ello ha sido bastante suave y no se ha informado sobre problemas importantes por picaje y mortalidad.
Las innovaciones también pueden ayudar a prevenir aún más los problemas con el picaje de plumas en manadas con los picos intactos. En el proyecto europeo PPILOW (www.ppilow.eu), estudiamos los efectos de las innovaciones durante la incubación y la vida inicial en el picaje de plumas durante el período de puesta investigando dos factores: los efectos de la luz durante la incubación y los de la provisión de larvas de insectos durante la recría. Aquella puede hacer que las aves san menos sensibles al estrés y menos propensas a desarrollar un picaje, mientras que la provisión de larvas de insectos estimule a las aves a centrarse más en la búsqueda de alimento y la exploración del medio ambiente y menos en otras gallinas.
En el proyecto también nos hemos relacionado con los criadores para investigar y probar las mejoras que les interesan en sus granjas. Los proyectos anteriores que adoptaron un enfoque similar mostraron que esta puede ser una forma muy interesante para intercambiar conocimientos sobre la prevención del picaje por haberse demostrado que los productores que implementaron una gran cantidad de mejoras en sus granjas con este fin tuvieron mucho más éxito en lograr un buen resultado que los que no lo hicieron.
Conclusiones
La orientación sobre la prevención del picaje de plumas se vuelve cada vez más importante en un entorno donde las gallinas se mantienen cada vez más en grandes manadas en sistemas no de jaulas. Como la genética, los reproductores, las granjas de recría y las mismas granjas de puesta desempeñan un papel importante en la prevención del picaje se debe hacer un esfuerzo para garantizar una transferencia fluida de información entre las diferentes partes de la cadena de producción, así como entre los científicos y el sector. Pues aunque se dispone de muchos conocimientos científicos sobre el picaje plumas y su prevención, esto no siempre llega a las granjas de puesta.
Los resultados también deben confirmarse en condiciones comerciales para demostrar su pertinencia en la práctica. En conclusión, para minimizar el riesgo de picaje, se necesitan unas aves resistentes y que no tengan propensión a picar a otras aves y mantenerlas en un ambiente estimulante, que brinde oportunidades para el forrajeo y el comportamiento exploratorio.
Todo ello debería ayudar a prevenir brotes de picaje en manadas con los picos intactos.
BAS RODENBURG
XXVI Congreso Mundial de Avicultura. París, agosto 2022
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