Cada vez hay más mataderos que sacrifican avestruces en España. Se estima que de los 20 mataderos autorizados en 1998, pueda pasarse a cerca de medio centenar a lo largo del 2000.
Una de las principales razones que impulsan la creación de mataderos comarcales frente al ahorro teórico que supondría tener grandes mataderos, es el considerable empeoramiento de la carne y la piel de avestruz cuando las aves se transportan más de 200 Km.
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El Ayuntamiento ha solicitado el pronunciamiento de la Consejería de Sanidad de Cantabria sobre la posibilidad de añadir el sacrificio de avestruces a la actividad del matadero comarcal de Barreda, centrada en la matanza de ganado bovino, caballar, ovino y porcino. Con la consulta realizada a quien compete otorgar esa autorización, se intenta dar respuesta a la necesidad que tiene planteada «Avesana», una granja dedicada a la cría de avestruces, radicada en Sierra Elsa (Cartes).
La posibilidad de compaginar el sacrificio de avestruces con la actividad cotidiana del matadero, ya se planteó en la última fase de la anterior legislatura, pero el proyecto no pasó de superficiales consultas que no llevaron a una decisión.
Ante el interés que sigue mostrando la empresa «Avesana» para utilizar las instalaciones del matadero de Barreda, la actual concejala de Sanidad, Consumo, Ferias y Mercados, Luisa Fernanda del Val (PP), ha puesto en marcha el procedimiento administrativo necesario para poder ofrecer una respuesta definitiva.
Como primera medida, desde el Ayuntamiento, se ha solicitado a Sanidad que emita el correspondiente informe técnico. Precisamente para comprobar el estado del matadero y ver las reformas que sería necesario realizar para desarrollar esa nueva actividad, la pasada semana ya hubo una inspección técnica.
La realizaron el director de Salud e Higiene de los Alimentos, Miguel del Valle, y José Ramón González del Prado, técnico de la Consejería de Sanidad, acompañados por la concejala de Sanidad, Luisa Fernanda del Val; el director técnico sanitario del matadero, Carlos Vaquero, e Isaac Manuel Bolado, inspector general del matadero municipal, recientemente nombrado por el Ayuntamiento.
Si Sanidad autoriza que puedan sacrificarse avestruces en el matadero de Barreda, el Ayuntamiento tendría que acometer, inexcusablemente, una reforma para aislar del resto de las dependencias de la sala en donde se realizaría el desplumado de las aves. Sanitariamente sería requisito imprescindible que, cuando pasasen a la instalación común de despiece, las aves estuviesen completamente despojadas de las plumas para evitar la propagación de polvo y suciedad.
El sacrificio de avestruces sería de entre tres y cinco animales cada veinte o veinticinco días, aunque en una primera actuación a la empresa «Avesana» le urge la matanza de medio centenar de estos animales. La concejala de Sanidad está pendiente de recibir el informe solicitado
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