Vida a los purines y al pescado descartado: La ganadería quiere cerrar el círculo
La economía circular en ganadería plantea retos y oportunidades para valorizar subproductos que permitan un ahorro de recursos y una apuesta por la sostenibilidad que supere el modelo de economía lineal.
- La economía circular en avicultura y en nutrición animal plantea retos y oportunidades para valorizar subproductos como los purines o los descartes de pescado que permitan un ahorro de recursos y una apuesta por la sostenibilidad que supere el modelo de economía lineal.
- Es la idea que manejan todos los agentes de la cadena ganadera y estas son algunas de las etapas en las que la economía circular está presente:
ALIMENTACIÓN ANIMAL
“De toda la vida, antes de que se pusiese de moda la economía circular, los fabricantes de piensos ya poníamos en valor coproductos”.
Así se expresa el director general de la Confederación de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Cesfac), Jorge de Saja, en declaraciones a EFEAGRO quien afirma que ahora están centrados en conseguir un mayor aprovechamiento de los descartes de pesca para elaborar harina de pescado como ingrediente para las formulaciones de piensos.
La Unión Europea (UE) obliga a desembarcar todas las especies capturadas, incluso las no deseadas, y son ésas las que quiere aprovechar la industria de los piensos. De Saja pide a la industria pesquera que sea consciente de que no es un residuo y pueden sacarle provecho y rentabilidad. Pero también es una realidad la investigación que ya están haciendo para usar coproductos de extractos de plantas con propiedades medicinales para sustituir a los medicamentos incorporados a los piensos, cuyo uso está limitado en la UE.
Lo que sí es un hecho, y desde hace ya tiempo, según De Saja, es el aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria, como el bagazo de cerveza, para producir alimento animal.
EXCREMENTOS
La posibilidad de darle “vida” a un producto de desecho como un excremento es algo desconocido para muchos pero es una realidad y la ganadería apuesta por ello, según el presidente de la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP), Josep Capdevila.
En España se genera cada año cerca de 50 millones de metros cúbicos de purín que, si no son tratados, emiten a la atmósfera gases como el amoníaco; de ahí, la importancia de darles un uso. Capdevila informa de que la mayor parte de los excrementos reciclados en España se usan como abono y un porcentaje menor (sobre 2,5 millones de metros cúbicos) va a plantas de cogeneración.
El uso como fertilizante requiere precauciones para minimizar las emisiones y el impacto en el medio: entre ellas, por ejemplo, evitar métodos de aplicación como la aspersión en abanico y aplicar las cantidades justas en función del tipo de suelo y cultivo para evitar la contaminación de la tierra o de las aguas.
Lo ideal, indica Capdevila, sería un pretratamiento en las plantas de cogeneración porque no sólo se obtendrá un excremento orgánico en mejores condiciones para ser abono sino que en esas plantas se aprovecha hasta el agua de los excrementos para su uso en sus torres de refrigeración.
Capdevila destaca las ayudas de la UE para desarrollar tratamientos de los purines así como el “éxito” que han tenido algunos proyectos LIFE al respecto.
MANEJO EN GRANJA
La sostenibilidad y la eficiencia productiva constituyen uno de los ejes que entroncan con la economía circular y son objetivos que a pie de granja se pueden potenciar con manejos idóneos en bienestar animal y el empleo de las tecnologías para usar los recursos justos en su justo momento.
Así lo ve la catedrática del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Córdoba (UCO), Dolores Pérez, quien señala que aspectos como una buena higiene, la dispensación del alimento necesario o buenos espacios y ventilación redundan en el bienestar y logran que los animales desarrollen menos patologías.
ECONOMÍA CIRCULAR EN TODOS LOS ESLABONES
En consecuencia, consiguen que se usen menos medicamentos, como los antibióticos, lo que ayuda en la lucha contra las resistencias antimicrobianas, añade Pérez.
Pero la economía circular en avicultura puede buscarse en cualquier lugar, como en los comederos y bebederos, que pueden diseñarse para minimizar las pérdidas o la técnica de limpieza de las granjas para reducir el uso de agua.
Dentro de la ganadería de precisión tecnológica, la UCO está participando en el proyecto europeo IOF 2020, con el subproyecto “ShareBeef” en el que harán uso del Internet de las Cosas para que los eslabones del vacuno de carne compartan información como el peso de los terneros en cebo, o de sensores que miden el bienestar durante el transporte al matadero y, todo ello, para optimizar la eficiencia de los procesos.
Como ejemplo, según señala el gerente de Provacuno, Javier López, esta interprofesional se encuentra elaborando un plan para que el sector alcance el grado de “carbono neutro” en 2050 y hay otras iniciativas ya en proceso como el programa europeo “Life Beef Carbon” para reducir un 15 % su huella de carbono en los próximos 10 años de manera integral.
Juan Javier Ríos /EFEAGRO
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