En condiciones naturales, el vitelo sirve de alimento a las aves recién eclosionadas hasta que disponen de alimento mientras que, en sistemas de cría intensivos, el metabolismo energético del pollito cambia de un suministro de lípidos provenientes del vitelo a una dieta exógena, por lo que las reservas del vitelo se utilizan principalmente para el desarrollo del sistema inmune -bolsa de Fabricio- y los sistemas cardiovascular y gastrointestinal. Sin embargo, en condiciones comerciales, pueden llegar a transcurrir 48 horas hasta el alojamiento en la granja, observándose que un retraso en el acceso del pollito al alimento durante las primeras horas de vida reduce el potencial de crecimiento.