Turismo rural, comercio justo y productos ecológicos. Los tiempos han cambiado y cada vez hay más consumidores que demandan productos elaborados de forma más artesanal y natural, en sintonía con su percepción del

bienestar animal. En este sentido, la avicultura alternativa comienza a erfilarse
como una buena oportunidad de negocio.

Pero, ¿qué es la avicultura alternativa? Según afirma Ricardo Cepero, de la facultad de Veterinaria de Zaragoza, se trata de un subsector con unos sistemas de producción menos intensivos y con unas especies utilizadas distintas al pollo y el pavo, cuyo objetivo consiste en obtener huevos y carne de ave diferenciados de los productos mayoritarios, por su especial calidad o su modo de cría de las aves.

Si tenemos en cuenta la elevada calidad de los productos obtenidos, el cada vez mayor interés de los españoles por los «huevos alternativos», la buena imagen de la que gozan los sistemas de crías más naturales, o el prestigio e implantación que tienen estos productos -los del pato en especial- en la restauración, no es de extrañar que el número de granjas en avicultura ecológica se haya doblado en los últimos 5 años. Además, hay que recordar que España, junto con otros países europeos, está viviendo un proceso de cambio donde cada vez hay más recomendaciones para el consumo de alimentos bajos en grasa y en aditivos, donde cada vez más se segmentan los consumidores y donde hay un aumento del turismo rural y cultural.

Pese a estas ventajas, aún hoy hay muchos productores que se muestran
reticentes a cambiar de sistema y a probar suerte con la avicultura ecológica.
Algunas de las razones que podrían explicar esta actitud, según Cepero, están relacionadas con el hecho de que este sector precisa de un manejo de gran calidad, y hace falta mano de obra adecuada para ello, además de que hay insuficientes conocimientos técnicos y comerciales en pequeños criadores. Todo esto junto a la dependencia exterior en genética y en otros factores de producción, a una cultura gastronómica poco desarrollada y a los elevados precios de estos productos para el consumidor, pueden ser causas de peso para seguir con la avicultura tradicional.

Lo que es evidente, sin embargo, es que con partidarios y detractores, la avicultura ecológica es ya una realidad. Y aunque no sustituirá la avicultura
convencional, según lo que afirma Cepero en el artículo «Avicultura Alternativa, ¿retorno al pasado, o un camino al futuro?», sí se debería empezar a perfilar como una alternativa para todos aquellos agricultores y ganadores cuyos sectores de producción están saturados o tienen pocas perspectivas de rentabilidad.

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