Tras siete años sin exportación
con destinos europeos, Argentina ha reasumido su condición de exportador
desde el año 2002, momento en que China fue excluida del mercado europeo
por razones sanitarias.
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Desde principios de 2004 se han exportado 595 toneladas,
y 379 en el 2003. el principal destino de este producto es el mercado alemán.
El éxito es tal que hoy la demanda no se llega a satisfacer completamente.
La carne de liebre se valora algo mejor que la de conejo.
En el caso de
la liebre, el Servicio Nacional
de Sanidad y de Calidad de los Almentos (SENASA) ha registrado un aumento
del valor de las exportaciones del 66% entre 2002 y 2003, valorándose hasta
el final del mes de julio. En el conejo existe también un incremento significativo
de dichas importaciones.
En cuanto al mercado mundial, si las cifras de
exportación son fiables, éste constituye una gran oportunidad para
cientos de cunicultores argentinos.
Si esta actividad necesita una mano
de obra elevada, ésta es principalmente temporal. La liebre se caza entre
los meses de mayo y de agosto, pero cada provincia establece un periodo de caza
propio. De estos dos mercados, el de la liebre es el más popular y folklórico
en Argentina. Este animal se introdujo en 1888 en el país y se ha reproducido
en él rápidamente en él. Veinte años más tarde
se empieza a valorar la piel y la venta de la carne sólo se ha llevado
a cabo desde 1950, por la demanda de Europa, ya que a los argentinos no les gusta
nada.