camperasEn Australia existe una polémica por el mal etiquetado de los huevos que se suponen que son de gallinas camperas. Actualmente, muchos consumidores están dispuestos a pagar el doble por este producto, y al comprarlo esperan que provengan de gallinas criadas al aire libre, con espacio suficiente para moverse y todas las garantías. El problema es que la Australian Egg Corporation -la interprofesional- ha reconocido que hay enormes variaciones en las condiciones en que se crían las gallinas según la granja que sea. Frente a la imagen idílica de los cartones en las que se ve una gallina solitaria en medio del campo, parece que no está asegurado que la realidad se corresponda con este mensaje, según han denunciado varios expertos.

El problema esta en la definición de huevos camperos -free range-. El Código Modelo Nacional establece que la densidad debe ser no más de 1.500 aves por hectárea, pero hay quien defiende una cifra muy diferente: 10.000 aves por hectárea, o sea, siete veces más de lo que establece este código nacional. Por ejemplo, el Partido de Los Verdes quiere que este límite de 1.500 gallinas se reduzca a la mitad (750 gallinas/ha) en 2015, y para eso hace campaña, mientras que la Australian Egg Corporation está promoviendo que el límite de 1.500 aves se eleve a 20.000 /hectárea. Para colmo de los colmos, los avicultores del sur del país tienen dos tipos de etiquetado: “gallinas camperas con densidad media” (entre 1.500 y 5.000 aves/hectárea) y “gallinas camperas con alta densidad” (entre 5.000 y 10.000 aves/hectárea). De locos.

Mientras este debate continúa, lo que parece que tienen claro es el huevo ecológico, que debe provenir de gallinas al aire libre pero además sin aditivos artificiales de color, antibióticos ni agroquímicos. Los avicultores ecológicos no pueden pasar de 1.500 aves por hectárea -2.500 si hay rotación de campos-.

Para más información: Free-Range Confusion (documento en inglés)

Etiquetas:

Deja una respuesta