Brasil, principal exportador mundial de tabaco,
propuso hoy sustituir este cultivo por otros como semillas oleaginosas para
obtener gasóleo, según el ministro de Agricultura, Luís
Carlos Guedes.
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Brasil, principal exportador mundial de tabaco,
propuso hoy sustituir este cultivo por otros como semillas oleaginosas para
obtener gasóleo, según el ministro de Agricultura, Luís
Carlos Guedes.
Esta sustitución gradual en Brasil podría ser financiada
con un fondo especial alimentado con un impuesto adicional sobre el consumo
al tabaco.
Guedes fue hoy el anfitrión de la Primera Reunión del «Grupo
de Estudios sobre Alternativas Agrícolas a la Producción de Tabaco»,
en la sede brasileña de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
en Brasilia.
El encuentro, que se extenderá hasta mañana, reúne a representantes
de 21 países productores de tabaco que deberán aprobar propuestas
para la sustitución gradual de este cultivo.
La posibilidad de establecer programas para reducir las áreas plantadas
«tiene altos costos y los recursos son escasos, una de las alternativas
es la creación de una contribución específica sobre el
consumo de tabaco», dijo el ministro. Guedes advirtió que la iniciativa
de Brasil tendría que tener una respuesta internacional.
«No tiene sentido para Brasil incentivar la retracción de la producción
de tabaco si otros países no siguen la misma línea, pues el productor
no va a estar dispuesto a cambiar de cultivo si ese espacio va a ser ocupado
por otro», advirtió.
Las conclusiones del evento de Brasilia serán presentadas en junio en
Tailandia en la Segunda Sesión de la Conferencia de las Partes de la
Convención Marco para el Control del Tabaco, suscrita por 144 países
y vigente desde el 2005. Brasil es el principal exportador mundial de tabaco,
con una factura de 1.720 millones de dólares en el 2006 y es el segundo
productor, con 506.000 toneladas el año pasado.Guedes dijo que el gobierno
brasileño está comprometido a reducir el tabaquismo, un vicio
que tiene «un costo social elevado».
En Brasil mueren cerca de 200 mil personas anualmente por problemas relacionados
al tabaco y entre 1995 y 2003 su sistema público de salud gastó
500 millones de reales (unos 250 millones de dólares) en la hospitalización
de pacientes de tres enfermedades vinculadas al tabaquismo.
«Pero no podemos olvidar que el cultivo de tabaco genera empleo y renta,
especialmente en países en desarrollo, como es nuestro caso», dijo
acerca de la necesidad de buscar cultivos alternativos.
La siembra de tabaco emplea a 210.000 familias de pequeños y medianos
agricultores, el 97 por ciento de ellos concentrados en los estados de Río
Grande do Sul, Santa Caterina y Paraná (sur) en propiedades que tienen
en promedio dos hectáreas, según los datos oficiales citados por
Guedes.»Tenemos un problema concreto», dijo el ministro sobre la necesidad
de alternativas para esas familias que perciben con el tabaco siete veces más
de lo que por ejemplo les proporcionaría el maíz en un área
de igual extensión. EFEAGRO
EFE